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La música del Caribe nicaragüense ha partido de las regiones de Bluefields, Laguna de Perlas, Orinoco y otros lugares creoles e indígenas.  LA PRENSA/ARCHIVO

Rutas de la música negra

El palo de mayo con sus ritmos de tambores y danzas eróticas se ha proyectado como una marca musical. Su nombre se deriva del antiguo ritual danzario de origen inglés y africano, sin duda una música de todos los tiempos, para todas las edades y todas las culturas.

Arnulfo Agüero

El palo de mayo con sus ritmos de tambores y danzas eróticas se ha proyectado como una marca musical. Su nombre se deriva del antiguo ritual danzario de origen inglés y africano, sin duda una música de todos los tiempos, para todas las edades y todas las culturas.

El antiquísimo tema musical Mayaya laas im key tiene alrededor de 300 mil visitas, ocupando el primer lugar de los fans cibernautas de países de América y Europa. Según el historiador Hugo Sujo Wilson, especialista en temas costeños, esta canción originaria de Laguna de Perlas data de 1860 y sigue viva con sus raíces rítmicas, lo cual es cada vez más conocida.

En las últimas décadas la música del Caribe nicaragüense ha saltado hacia el mundo, partiendo de las regiones de Bluefields, Laguna de Perlas, Orinoco y otros lugares creoles e indígenas, con sus contagiosos ritmos de palo de mayo, a esta se ha sumado con lentitud también la música, danza y ritual del Walagallo (danza de los gallos), rito practicado por los garífunas de Nicaragua y es conocido como Dügu por los garífunas de Honduras y Belice.

Wilmor López, investigador del folclor nicaragüense, dice que la etnia de los miskitos posee sus propias canciones y las cantan en su lengua nativa, al igual que los ramas, los mayangnas y los ulwas, pero no existen grabaciones en discos, por lo que amerita su rescate y difusión, así como se ha hecho con el Son nica y los ritmos de marimba.

Las canciones más populares

Las canciones de palo de mayo expresan ritmos lentos y rápidos. Muchos han sido asimilados por bailantes callejeros y de forma espontánea con desbordante alegría, entre ellos están los tradicionales: Mayaya laas im key, Sin-saima-sima-love, Tulululu, Anancy oh tingalai, Judith Drownded, Aunty mama gone cowita y Launch ton ova.
 Rituales y danzas ceremoniales del Walagallo, celebrada por la cultura negra e indígena del Caribe de Nicaragua. 
LA PRENSA/Cortesía.

El profesor Sujo Wilson manifiesta que estas canciones tienen elementos de sucesos testimoniales, gozan de picardía y sensualidad, experimentación e improvisación, lo que las hace creativas y populares.

Un ejemplo es la popular canción de Mayaya en ritmo calipso, pareciera estuviese dedicada a la diosa del mismo nombre, pero en esta cultura no existe deidad alguna, por lo que se cree que el compositor más bien hace un juego de palabras, donde una dama de posible nombre María perdió una llave.

Sing, saiman sing my love es otro tema romántico que presenta estos juegos poéticos de palabras; en creole inglés se escucha Sin saima simaló ; sin embargo se cree que podría ser un personaje popular Simp Simón Simoleón.

Otra canción es Anansi , que habla de una araña que tiene origen en África que cuenta sus travesuras e ingenios en la lucha contra animales más grandes que ella. Este canto es una invitación y recordación del inicio de las fiestas del Palo de mayo.

El ritmo contagioso del Tulululu es de despedida del palo de mayo, los bailantes danzan por las calles de la ciudad, una banda filarmónica los acompaña. El juego de danza recurre a la figuración de pasar debajo de un puente o por debajo de las piernas de las bailarinas.

Los compositores

Raymond Myers.

Una buena parte de estos autores son anónimos, pero a algunos se le reconocen méritos. Uno de ellos es José Sinclair, conocido como Mango Ghost, su canción Fire in Bluefields (Fuego en Bluefields) a ritmo de calipso relata un incendio ocurrido en 1970; esta pieza alcanzó su éxito cuando fue tocada por el grupo musical Los Bárbaros del Ritmo .

Otros de esos compositores populares, destaca López, es el carpintero Silvestre Hodgson, conocido como Tantó. Sus canciones han sido interpretadas por Dimensión Costeña, Los Bárbaros del Ritmo, Sabú, Cawibe, Macolla y los Mokuanes.

El cantautor Philip Montalbán, nacido en Tasbapounie (Tierra roja), dice que tuvo la suerte de nacer de una familia musical y que varias canciones de su tío abuelo Míster Heberth, como La minifalda las grabó el grupo Dimensión Costeña, dándole sus respectivos arreglos.

Recuerda que de sus experiencias como pescador compuso la canción Sopa de pescado, también hizo una versión de El Sillón . Pero que la primera canción que grabó en 1987 y se llamó Autonomía , luego Historia negra (Black history), El caminante , hablaba sobre su viaje desde la costa Caribe a Managua y Llévame a Bluefields , escrita en su centenario. Ahora lleva cinco CD grabados.

Algunos grupos o cantautores de Pacífico han compuesto sus propias versiones, Luis Enrique, la Nueva Compañía, Mokuanes y Macolla, de lo cual hay algunos vídeos.

Philip Montalbán.
LA PRENSA/CORTESÍA/ARCHIVO

Lo que significa que la misma música está integrada cultural y musicalmente al país, esto se puede apreciar también en las bandas escolares de secundaria del país que desfilan al ritmo del palo de mayo en las Fiestas Patrias de septiembre.

El arreglista y compositor Luis Livingstone Cassels Martínez destaca que ellos desde 1978 como Dimensión Costeña han estado dando a conocer el palo de mayo con sus variantes de socca, tempó o el jump up (brincar), logrando gran audiencia. En el 2005 compuso un tema sobre el río San Juan, a ritmo de calipso y el año pasado le hicieron un videoclip.

Recordó que al inicio él y el cantante principal Anthony Matthews Wilson fueron parte del grupo Gama (1975-77) y después formaron Dimensión Costeña, con la idea de ser un grupo destacado de la región, pero al pasar el tiempo han traspasado las fronteras de Nicaragua con estos géneros musicales.

En esos primeros años usaron instrumentos nativos como la quijada de burro, el palo de tina, pero decidieron ir sustituyéndolos por instrumentos de metales, sin perder las raíces de los ritmos. En estos procesos también han incorporado sonidos de marimba pero sintetizada. En el futuro están pensando sacar ritmos con sonidos de marimba de madera.

Los grupos musicales

En los años ochenta se proyectó mucho la cultura, arte y desarrollo de la Costa Atlántica, dividida en dos regiones, norte y sur. Grupos como Gamma, Cawibe, Génesis y Dimensión Costeña despertaron al son de los tambores en sus conjuntos en renovación, adaptación tecnológica y musical, pero con un ritmo más rápido, sensual y de mezclas.

También hay grupos y músicos que se han mantenido en la tradición: Músicos como Sabu, Arturo Puchie siguen esta huella, Alexander Scott tiene el proyecto de Bluefields Sound System , por lo que están recopilando y promoviendo estos ritmos tradicionales, señala López, en su reciente investigación Nicaragua y su música afrodescendiente .

Anthony Matthews.
LA PRENSA/CORTESÍA/ARCHIVO

Entre los otros músicos que han promovido la marca internacional del palo de mayo, en el Pacífico y en giras a otros países del mundo se pueden citar a Philip Montalbán y Anthony Matthews, también hacen lo suyo Emilio Álvarez, Osberto Jerez, pero existen sus diferencias, por ejemplo el cautautor Raymond Myers niega el término musical del palo de mayo”.

Este compositor y músico valora que ellos adoptaron un ritmo que se llama mentó, que es usado para los bailes de mayo. “Este ritmo, explica, los conjuntos electrónicos lo fusionaron, aceleraron y le llamaron palo de mayo”.

No obstante, “los ritmos de Dimensión Costeña se oyen más latinos que caribeños, porque mezclan socca, calipso y mentó”, argumenta.

Al respecto López señala que se han clasificado tres versiones de los ritmos y danzas que se bailan en festividades del palo de mayo. Al primero le llaman el grupo de La Guardiana, al segundo La Moderna y el último La Liberal.

Los ritmos del Walagallo

La antigua danza, música y el ritual ceremonial del Walagallo se dio a conocer en la Managua de 1981 a través de una investigación cultural organizada por el Ministerio de Cultura, el equipo estaba encabezada por el cubano Idalberto Suco Campos, Wilmor López y Bárbara Campbell.

En 1988, continuando con la investigación la Extensión Cultural de la Universidad de Ingeniería (UNI), a través de la dirección de Cleopatra Morales, junto a Silvio Araica, se dieron a la tarea junto a Jonny y Roberto Hodson de investigar parte el legado de la cultura Garífuna.

Así se encontraron con ritmos nuevos como la chumba, también la danza de los esclavos que se baila a ritmo de conga, ritmo popular en las culturas afrodescendientes.

El ritmo la punta es parecida a las canciones promovidas por el grupo hondureño Banda Blanca. entre ellas la cadenciosa Sopa de caracol . Hay otros compases que ellos llaman la parranda, que es ritmo un poco más rápido.

Por su lado a esta labor de rescate de la música del Caribe, Wilmor López pronto dará a conocer dos volúmenes de música folclórica nicaragüense, titulada El saber del pueblo , donde se incluyen 56 canciones recopiladas desde los años de 1976 al 2011.

Entre las recopilaciones están presente música del Pacífico y Caribe nicaragüense, en estas últimas se incluyen cinco canciones provenientes de la isla Ramaquí de los garífunas y miskitos Lunico mairen (única mujer); Naki, naki, kata (cómo es, cómo fue); Paseando en la playa e Insulaim ipang y una de ritmo punta.

Alfredo Barrera, directivo del Museo de la música, manifestó que el centro posee más de 180 casetes que se grabaron durante la época de la alfabetización, este material fue trabajado por el Instituto de Investigaciones Socioculturales dirigido por Carlos Alemán Ocampo.

Raymond Myers,  José Sinclair (Mango Ghost), Philip Montalbán, Anthony Matthews.
FOTOS DE: la prensa/Cortesía/Archivo.

Estas cintas que se han preservado se transferirán a un formato más actual y serán editadas, para ello se ha hablado con gente del Museo Cubano de la Música y de la Cinemateca de Nicaragua.

Recordó que el pionero en investigar el Walagallo fue el cubano Idalberto Suco Campos, quien publicó el libro La música en el complejo cultural del Walagallo en Nicaragua, premiado por Casa de las Américas en el área de musicología.

Finalmente, López resaltó que la cultura garífuna ya está en la lista inaugural de las 19 obras maestras del patrimonio oral e intangible de la humanidad y por lo tanto cada gobierno tiene que respaldar esta declaratoria con un pronunciamiento oficial, y en la práctica asignar un presupuesto económico para el rescate y promoción de su cultura del Caribe nicaragüense.

La Prensa Literaria

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