No desnuden la rosa
No desnuden la rosa,
para que no se enfríen sus pétalos. No desnuden la rosa,
no, no la desnuden
no desnuden la rosa, la rosa que perfuma con fragancia aromática la verde pradera.
No desnuden la rosa,
porque puede morir,
la rosa está vestida
y perfumada la rosa viste traje multicolor
traje de verde inocencia,
bañado de azul púrpura
y franjas amarillo plateado.
No descubran la desnudez de la rosa,
para que ella no se avergüence
la bella rosa es codiciada
por pajarillos caseros y gavilanes
hambrientos,
quieren devorar sus pétalos de miel.
No desnuden la rosa
la rosa que sonríe, canta y baila
la rosa que crece cada mañana
se protege, administra y legisla.
Gorrioncillos y gorrioncillos
guardan su propio secreto
entre los pétalos de la rosa.
La rosa es como la reina
que se viste y se perfuma
duerme y sueña,
pero nadie la mira desnuda,
siempre está vestida.
No desnuden la rosa
no, no la desnuden.
Wilder Somoza. El Rama (10 de febrero de 1963). Licenciado en Comunicación. Ha publicado los libros: Gestión pública municipal, participación y autonomía (2008), tiene inéditos Poemitas y versos.
Satélite de la imaginación
Abelardo Pérez
El canto de los pájaros
es tan fuerte
que atrae
al pensamiento de los hombres,
la telepatía es un hilo finito
que se detiene en algún lugar
y vence al viento de la distancia.
Aquí los patos se congelan el pecho
en los lagos blancos y serios
mientras otros se calientan
con las manos puestas
como un saludo campesino.
El viento nórdico interrumpe,
corta de vez en cuando
como un péndulo antiguo
al satélite de la imaginación.
Y luego regresa,
regresa como una señal perdida
el hilo finito,
el canto de los pájaros,
el satélite de la imaginación.
Himno al río
Cantemos con fuerzas rameños
que vibran las cuerdas del alma
y vuelen muy lejos los sueños
en blancas palomas de paz.
Amemos por siempre al río
que por nombre lleva escondido
sus fuentes el Siquia y el Rama
reponen el néctar perdido.
Gigante sediento de calma
y de amor su destino sombrío
de sus hijos que han sido capas
de amar a su Río Escondido.
Abelardo Pérez, nació en la ciudad de El Rama, tiene 55 años y es docente. Su poesía está dispersa en revistas.
Vida
Las flores de la vida
nacen y crecen hermosas y libres
sin que nadie pueda enmarcarlas…
A veces se conducen a la sombra y otras a una enredadera,
sin embargo siguen siendo grandes y bellas.
Si sus pétalos se hieren entre espinas,
su sangre anuncia que hay vida
y su perfume impregna el aire
que han de perfumar.
Las aguas cristalinas corren libres por el campo…
solo hay cauces que las orientan
y pendientes que las impulsan…
No hay muros ni bayas para los ríos grandes…
Si encuentran un muro
y la corriente choca contra este y se detiene…
No importa, sigue siendo testimonio de vida…
Si el muro cede…
Cuanta energía…
¡cuanta belleza!…
¡Cuanta nueva vida puede surgir!
Miriam Galo, originaria del Rama, tiene 57 años, ha sido profesora y actualmente vive en Estados Unidos.
Hijos varones
Apareciste en mi edad temprano
fugaz e insegura
con tu color de chocolate,
por ti viví la ilusión de un hijo,
mi locura mi disparate.
Y el hijo de nuestros amores,
que me negaste por egoísmo,
después te reclamó tu padre,
a quien confesaste con cinismo,
que no lo mostraste por temores,
a que yo te lo arrebatara,
y no pensaste en los errores,
que por tu falta cometiera
cuando a otras mujeres preñara,
para que un hijo varón naciera.
Solo mujeres nacieron
de mi herrar entre muchos amores,
y el amor de padre e hijos se perdieron,
por culpa de tus temores.
Ahora son dos los varones
pues uno me lo dio mi flor morena,
por ello ahora, a Dios doy gracias
en dos hombres correrá
la sangre de mis venas.
Alex Donald Lumbí López. El Rama (9 de julio de 1962). Comerciante. Tiene varios libros inéditos, Los viajes de Felipe al mundo de los cuentos, y Colección de cuentos de animales, entre otros.
Ver en la versión impresa las paginas: 10 ,4