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Tiempo presente

Es sobre esta vorágine de convulsiones sociales, atizada por el autoritarismo de la dictadura militar somocista, que el poeta se sumergió con alta responsabilidad y sentir social, desarrollando una pluma coherente con las coyunturas y el pensamiento político-social de la época; con los ideales de la libertad de prensa; y la conciencia del educador, porque fue maestro de literatura hasta sus últimos días; poeta y periodista comprometido con la ética de recio carácter.

Por Arnulfo Aguero

Si bien dejó en el horno su Antología bilingüe, que es una selección de poemas de sus cinco libros traducidos por David Trauman; también quedó pendiente la edición de su libro de memorias periodísticas Tiempo presente , que reúne 208 artículos publicados en LA PRENSA (1976 y 1979) y El Nuevo Diario (1980 y 1981), los que recogen temas de educación, cultura, política, economía, religión, y relaciones exteriores, que vivió Nicaragua en este periodo de violentas luchas sociales y revolución.

Es sobre esta vorágine de convulsiones sociales, atizada por el autoritarismo de la dictadura militar somocista, que el poeta se sumergió con alta responsabilidad y sentir social, desarrollando una pluma coherente con las coyunturas y el pensamiento político-social de la época; con los ideales de la libertad de prensa; y la conciencia del educador, porque fue maestro de literatura hasta sus últimos días; poeta y periodista comprometido con la ética de recio carácter.

Su madre, Josefa Correa, lo recuerda escribiendo poemas desde los siete años. “Eran poemas de amor para una vecinita”; asimismo, lo ve como maestro de lenguas; como poeta de su primer libro Suprimo mi silencio , (de editorial Territorio, Alajuela, Costa Rica, 1973); como corrector de estilo del recién fundado periódico La República (1974); y como amigo de ese gran poeta, Carlos Martínez Rivas, con quien mantuvo una larga y estrecha amistad.

Convencido por varios amigos poetas, retorna a su adorada patria; y es cuando su pluma se afila contra las injusticias de la dictadura somocista y la voracidad del sistema capitalista mundial, convirtiéndose desde la tribuna de la página de Opinión de LA PRENSA en un luchador contra los atropellos de los derechos ciudadanos, escribiendo más de 170 artículos bajo el nombre de su leída columna Tiempo Presente.

Fue precisamente, en estos años, trabajando en LA PRENSA, y durante un viaje a Estelí que fue detenido ilegalmente junto a la actual Primera Dama, Rosario Murillo Zambrano. “Fue un día domingo 11 de julio de 1976, recuerda la madre del poeta, que fueron detenidos”. Días después, un 21 de julio, el Mártir de las Libertades Públicas, Pedro Joaquín Chamorro, al darse cuenta dónde estaban, denuncia la detención y solicita exhibición personal de los detenidos, los que pasaron un mes en el comando de la Guardia Nacional en Estelí, antes de ser liberados.

Este acontecimiento marcó la vida del poeta, que en vez de verse intimidado por la dictadura y sus serviles, arreció su actividad periodística y crítica, escribiendo sendos editoriales, condenando al régimen de Somoza, su corrupción y la falta de libertad de prensa; algunos de estos asuntos fueron abordados con titulares como: Los atentados contra LA PRENSA; Periodismo y represión; Prensa, libertad y terrorismo.

En más de una vez me comentó que cuando escribía estos titulares oteaba el peligro, dado que fue seguido por los “sicarios del régimen”, a como nombraba a los orejas y delatores somocistas que espiaban a todo aquél que se identificara con los movimientos revolucionarios, o con los críticos libres como él, que dedicaban sus pensamientos al cambio del modelo político gobernante.

Sus artículos también cuestionaban los modelos obsoletos de la educación, y el alto índice de analfabetismo y atraso cultural; incluso temas como El Güegüense , que es una obra teatral callejera, fue abordado desde el lado de la educación, la conciencia de la libertad social y emancipación económica.

El tema de la organización social, de los movimientos sociales, de los pensamientos comunitarios, eran tratados con recio enfoque; al igual los temas del aborto, la religión y sus jerarquías dominantes, eran parte de sus ejes periodísticos que apuntaban a la denuncia, la concientización social y la crítica.

Su pluma también dio espacio a los temas socioeconómicos. Es decir, buscaba en los temas de la economía nacional e internacional el lado del impacto social que tenían las medidas macroeconómicas como era la inflación; también fustigó los conceptos de derechos humanos como los impulsados por el presidente Carter, poniendo al desnudo las contradicciones con el sistema militar del Pentágono y la carrera armamentista.
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Después del triunfo de la revolución, Orozco inicia sus colaboraciones en El Nuevo Diario (1981 y 1982). Su tema social y la revolución son defendidos, pero no deja de realizar críticas al burocratismo, y los vicios propios del nuevo sistema. Su espíritu crítico se vuelve irreconciliable con los fetiches y los vicios propios de los líderes revolucionarios. Deja de escribir, y se vuelve a su poesía, su refugio “su torre de Dios, su pararrayo celeste, y su música”, desde donde continúa denunciando, pero en versos, los males políticos, y las hipocresías humanas.

Su último acto de protesta lo realizó contra la transnacional Unión Fenosa. El poeta llevó su crítica a los hechos: protestó contra los apagones y los cobros arbitrarios, y se negó a usar el servicio de luz. Los que llegamos a su casa en los últimos dos años, vimos que se alumbraba con candelas, y ahí entre esa penumbra, por las noches solitarias escribía en su vieja máquina de escribir sus últimos versos luminosos. Para Orozco la lucha continuaba hoy, como ayer.

En este sentido comentaba que sus memorias periodísticas, si bien fueron escritas a finales y comienzo de los años ochenta, muchos de sus artículos parecían haber sido escritos para estos tiempos oscuros para el pueblo. Por lo que siguen teniendo actualidad, siendo éste su mejor aporte crítico y atemporal como periodista de Tiempo Presente.

Al momento de su partida, hace un año, su poesía con traducción al inglés está esperando ser publicada. Orozco destacó con su poesía por su especial tratamiento de la precisión y brevedad

La Prensa Literaria

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