I
Otra vez la primavera
irrumpe triunfante
con sus mágicos efluvios
de vida, sexo y flor.
Dorados granos de polen
pueblan el aire
maduro para el amor.
Florecen soterrados deseos
y ansias dormidas.
¡Qué extraño sortilegio renace
entre las nieves vencidas!
II
Te besé
con todo el amor
apretado en mis labios.
Después fue el adiós,
la despedida…
Ahora sólo me queda
tu imagen remachada
a mis pupilas.
III
En estos días
en que todo parece negativo
días de soledad
días de hastío
con el amigo Descartes digo:
¡Amo, luego existo!
IV
Amarro mis sueños
para que no te escapes de ellos
Mientras
una
a
una
¡Van cayendo las estrellas!…
V
DEL ORIGEN DE LAS LOCURAS
Y el séptimo día,
en vez de descansar,
el Creador siguió creando
y creando, sin cesar…
Fue entonces que creó
todas las formas de locura,
entre ellas, mi vida, la locura de amor
que tú me causas.
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