René González Mejía es un economista de profesión y un promotor de la cultura por devoción. En 1986, obtuvo su licenciatura en Economía en la Universidad de California, Davis y tiene estudios de post-grado en mercadeo y administración de empresas en la Universidad Americana en Managua, asi como en el programa de alta dirección de instituciones microfinancieras del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (INCAE).
Su trayectoria es amplia en proyectos sociales, deportivos y culturales, ha recibido la Gran Cruz de la Orden Centenario de Azul de Rubén Darío, la Orden Municipal José Dolores Estrada, la Medalla Cumplimiento del Deber del Ejército de Nicaragua y otras distinciones y reconocimientos.
Y España le condecoró como Caballero de Honor de la milenaria Orden Soberana de San Juan de Jerusalén. Actualmente se desempeña como presidente del Instituto Nicaragüense de Cultura Hispánica (INCH), organismo fundado en octubre de 1959 que promueve y apoya el desarrollo cultural.
¿Cómo valora el quehacer cultural del INCH en sus 50 años de fundación?
En su trayectoria del INCH, ha vivido un sinnúmero de vicisitudes, desde el terremoto, hasta la Revolución y la transición a la democracia, siempre como referente cultural de la ciudad de Managua y a través de sus filiales en otras ciudades del país. También ha sido un facilitador de intercambio cultural, escenario de conciertos, ponencias, espacio de diálogo y encuentro. Estoy consciente de que este trabajo se ha apoyado en los fuertes hombros de los 40 ilustres miembros fundadores y los expresidentes, Pablo Antonio Cuadra, Andrés Vega Bolaños, Julio Ycaza Tijerino, Lolita Soriano, Juan Munguía Novoa, Eduardo Zepeda Henríquez, Alejandro Serrano Caldera, Jorge Eduardo Arellano, Eudoro Solís, Daysi Zamora, Carlos Tunnermann Bernheim, Luis Rocha Urtecho, Nydia Palacios Vivas, José Joaquín Quadra, Mariano Fiallos Oyanguren, Angel Navarro Deshón, Pedro Xavier Solís, entre otros.
¿Qué proyectos se propuso y cuáles ha cumplido como director?
De este modo, los temas principales han sido la realización de talleres formativos que incluyen procesamiento bibliográfico para encargados de bibliotecas y otros centros, técnica para mejorar el autoestima desde la perspectiva de género, dibujo académico, lenguaje cinematográfico, fotografía cinematográfica, informática musical como forma de autoempleo digital.
Se han realizado actividades con jóvenes escritoras nicaragüenses y se han presentado libros sobre diferentes temas incluyendo el patrimonio cultural. Se ha apoyado también a músicos y colectivos locales con financiamiento para sus presentaciones en el INCH. Dentro de esos talleres con objetivos de desarrollo de capacidades, los niños y jóvenes han tenido prioridad.
Como parte del programa infantil en los barrios, cuya finalidad ha sido descentralizar la acción cultural del INCH, se les ha incentivado en la creación de cuentos infantiles y pintura, y como resultante, exposiciones temáticas en nuestra sede. Se han realizado talleres temáticos para niños entre cinco y ocho años sobre el mundo que los rodea, así como talleres de música y teatro para varios colegios de Managua.
También se ha apoyado la organización y participación en festivales internacionales especializados a escuelas musicales de Nicaragua. Uno de los proyectos más relevantes es el llamado Cine Bus en los Barrios. Desarrollado en Managua, llegó hasta las más disímiles colonias de Managua (Unidad de Propósitos, 14 de Septiembre, Barrio El Recreo, Barrio Omar Torrijos, Barrio Laureles Norte, Barrio La Primavera, Anexo Villa Libertad, Colonia Centroamérica, entre otros). Este proyecto descentralizó la programación habitual del cine en la sede de las Colinas y se llevó el séptimo arte a canchas de baloncesto, colegios, casas comunales. También hemos realizado diversos talleres preparados con juegos para niños, actividades de reciclaje, biodanza, ortografía, dibujo y pintura, títeres, teatro, guitarra, ilustración de cuentos para estudiantes de educación primaria y arte para niños. Se realizaron además talleres de astronomía para profesores que imparten clases de ciencias naturales a colegios públicos y privados y también a las universidades.
¿Desde su experiencia de administrador cómo ha ligado la cultura al sector empresarial?
El INCH también ha mantenido una antigua y fructífera relación con la Asociación Nicaragüense de Cineastas (ANCI) que incluye cooperación para muestras del cine y video centroamericano así como en la realización de talleres de formación para actores. En cooperación con el Programa de Patrimonio de la AECID en Nicaragua hemos organizado cursos de creación de empresas culturales destinado a facilitar conocimientos técnico empresariales a artesanos y promotores locales de cultura. Finalmente y como parte de nuestro interés de estimular y apoyar a artistas y jóvenes creadores independientes, nos hemos unido al patrocinio de los encuentros de artistas centroamericanos emergentes que organiza el colectivo ESPIRA.
¿Cómo valora el respaldo de la empresa privada hacia la cultura?
¿Qué planes tiene para que el INCH tenga una mayor y mejor cobertura cultural en otros departamentos?
¿El INCH y el actual gobierno realizan proyectos en conjunto?
En el INCH hemos realizado exposiciones de apoyo a las personas que viven con VIH-SIDA, seguidas de ciclos de cine, exposiciones en el Teatro Nacional Rubén Darío. Dentro de las actuaciones de artes plásticas, algunas permitieron valorizar expresiones de la cultura popular en relación con la gráfica y la diversidad cultural nicaragüense. Ha habido una muestra de cine contra la violencia, la exclusión social de la niñez y el medio ambiente. Mantenemos excelentes relaciones con las autoridades del Instituto Nicaragüense de Cultura (INC) con quienes hemos explorado posibles áreas y proyectos de mutuo beneficio. Además debo recordar las dos exposiciones organizadas por la Red de Centros culturales de la AECID que durante todo el mes de septiembre se mostraron en la salas del Palacio Nacional de Cultura: Laberinto de Miradas y Mirando al Sur. Ambas exposiciones creo que aportaron al público de Managua una mirada renovada y comprometida del fenómeno de las migraciones y la globalización.
Al crearse un nuevo centro cultural español ¿Cuál sería realmente el funcionamiento del INCH o tiende a desaparecer?
Viendo hacia el futuro y a propósito de la creación del nuevo Centro Cultural de España en Nicaragua, me gustaría pensar en un INCH tomado por jóvenes, que invierta en talleres creativos, que estimule el intercambio más allá del mundo académico y que reconozca también nuestra cultura precolombina.
Creo que ha llegado el momento de mirar hacia adentro, celebrar a quienes nos trajeron hasta este punto y pensar como vamos a continuar a futuro. El desafío del INCH no es menos preciable, hemos de ser la vitrina de la cultura hispánica en Nicaragua. Una vitrina policromada y dinámica y ahora acorde con los nuevos tiempos.
El Director del Instituto Nicaragüense de Cultura Hispánica manifestó logros y desafíos enfrentados en los 50 años de fundación de la institución que dirije, igual habló de las metas y proyectos que demandan los nuevos tiempos en la cultura nacional
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