Estoy enraizada
transformada en laurelpor haber rechazado
el yugo del amor.
No se mueve mi tronco
pero si sopla el viento
se estremecen mis ramas
y yo canto
y las hojas empiezan a bailar
y se encandila el viento
y las persigue
y las hoja se agitan
con más brío
quieren bailar
fugarse
se desprenden de mí
y gimo entonces
y caen aturdidas
sobre el suelo
y revivo el instante
en que dejé de pronto
de correr
me transformé en laurel
y enterré mi locura
para siempre. (Poema inédito, que aparecerá en su nuevo poemario, Otredad)
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