14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Poesía ante la incertidumbre

Varios poetas latinoamericanos y españoles, proyectan sus versos en una nueva publicación Poesía ante la incertidumbre, que reúne a ocho autores: Jorge Galán (El Salvador), Raquel Lanseros (España), Ana Wajszczuk (Argentina), Daniel Rodríguez Moya (España), Francisco Ruiz Udiel (Nicaragua), Fernando Valverde (España), Andrea Cote (Colombia) y Alí Calderón (México).

Por Marta Leonor González

Varios poetas latinoamericanos y españoles, proyectan sus versos en una nueva publicación Poesía ante la incertidumbre, que reúne a ocho autores: Jorge Galán (El Salvador), Raquel Lanseros (España), Ana Wajszczuk (Argentina), Daniel Rodríguez Moya (España), Francisco Ruiz Udiel (Nicaragua), Fernando Valverde (España), Andrea Cote (Colombia) y Alí Calderón (México).

Daniel Rodríguez Moya, poeta español, comenta que la idea de publicar esta muestra nació de la preocupación de sus autores de encontrarse con una poesía fragmentada y lo que esta provoca es la ausencia de lectores.

“Cada día nos encontramos con una poesía oscura, hermética, una poesía que se entiende menos, y también vemos que hay una poesía que da la espalda a la realidad, producto de esa misma fragmentación y falta de emoción”, argumenta Rodríguez Moya.

Y a manera de manifiesto y prólogo en Poesía ante la incertidumbre los ocho autores afirman: “Nuestra generación está marcada por esta incertidumbre y creemos que es necesario hacer un alto en el camino, reflexionar, mirarnos a los ojos, establecer una cercanía menos artificial, más humana. La poesía puede arrojar algo de luz para alcanzar algunas certidumbres necesarias. La poesía es un modo de ajustar cuentas con la realidad. Sin duda sucede así en los buenos poemas, aquellos que son capaces de provocar emoción, de conmover, de hacer pensar, de llenar un vacío que nos acompaña”. De igual manera estos autores reflexionan y exponen: “Seguimos creyendo que una de las misiones de la poesía es enfrentarse al poder. Y el poder de hoy no hace más que invitarnos al silencio, al fragmento, a las subjetividades ensimismadas y a la pérdida de diálogo entre las conciencias. Queremos decirle adiós a todo eso”.

Una publicación que además no ha contado con antologador, pues ellos quieren romper con ese esquema asegura Rodríguez Moya. Son los mismos autores los que han seleccionado su poesía y está siendo editada y distribuida en sus respectivos países.

El libro en Nicaragua es una coedición con la editorial española Visor y Leteo, y será presentada el próximo jueves 14 en el Instituto Nicaragüense de Cultura Hispánica, a las seis de la tarde, el viernes 15 en la ciudad de León, a las diez de la mañana y el sábado 16 en la Casa de los Tres Mundos a las seis y media de la tarde.

Por Jorge Galán

San Salvador (El Salvador), 1973

MINIATURA ASOMBROSA

Alguien puso unas semillas en mi mano:
treinta árboles mañana,
un bosque cincuenta años más tarde.

Aves encontrarán el sur en esos árboles
y lobos encontrarán cobijo
y las hormigas crecerán como un cuerpo
entre las raíces ciegas y soñolientas
y alguna vez una casa y otra casa
construirán esas maderas
y el invierno bajará en sedimentos
y el otoño con su total hastío
pondrá sus pies pesados
sobre los troncos gruesos y no los vencerá.

Nada hará que se quiebren.

Y dentro de cien años cien hombres
serán hombres felices amando a sus mujeres
bajo esos techos amplios,
un perfume de bosque flotará todavía
en los hijos que lleguen,
el mundo será el mundo y la noche la noche
las lechuzas de entonces tendrán ojos más grandes
y comerán gorriones lo mismo que alacranes
y el ratón será mínimo como un insecto extraño,
su pálida pelambre lo volverá invisible
de noviembre a febrero, y no tendrá enemigo:
ni el águila ni el hombre, si acaso, la serpiente.

Treinta árboles mañana,
flores malvas y rojas creciendo en ese bosque…
Ayer, unas semillas que alguien puso en mi mano
y que yo lancé al cielo.

Por Raquel Lanseros    

Jerez de la Frontera, Cádiz (España), 1973

HIT THE ROAD, JACK  

La autopista es el tiempo que tarda en convertirse   
el principio en el término.   

Entretanto en el día que me quieras.   

No se pisan jamás las mismas huellas   
—Heráclito dijo algo parecido—   
sin embargo conducen al lugar donde estamos.   

Nunca le tengas miedo al horizonte   
no hay placer más sabroso que el trayecto.   

Acepta el pan servido en cualquier parte   
disfruta del asilo que te ofrezcan   
pero ten preparadas las maletas.   

Aprende por tu bien el arte de marcharte   
siempre un segundo antes de que te hayan echado.   

  
                                                                 (De Croniria)

Por Ana Wajszczuk   
Quilmes (Argentina), 1975

STEFANÍA, 1943  

Y en el Líbano era encierro   
hasta las cinco de la tarde:   
no podías salir a la calle   
sin que el sol te abrasara   
/una estampa de ríos congelados   
surcará siempre lo que nombres, Stefania/   
llegaban los extraños vientos   
y el vendaval de polvo   
levantando murallas   
imposible escapar   
de la respiración implacable del desierto   
mejor cerrar los ojos   
y los labios,   
dejar pasar los vientos ardientes   
como antes la nieve   
barrida por el temporal de la estepa   
pensaste que era pecado   
en el calor enloquecido,   
recordar el paisaje del hielo   
y llorabas   
porque toda tierra   
te era inhóspita.

Por Daniel Rodríguez Moya
Granada (España), 1976

GUARDADO EN LOS BOLSILLOS

Te dije que el océano
es un minuto azul sobre una eternidad,
un lento respirar,
una brecha en el tiempo del que espera.

Aún llevo en los bolsillos
un fragmento de abrazo y de silencio,
una voz que es tu nombre,
un puñado de arena que escapa entre los dedos.

Te dije que el invierno
es un camino blanco y un andar en luz tibia,
los rumores de un puerto,
el viajero que aguarda las llamadas.

Aún llevo en los bolsillos
el sabor de los mangos y el jocote,
la mirada de un niño,
un temblor como un beso, un billete de vuelta.

Por Andrea Cote

Barrancabermeja (Colombia), 1981

LECCIÓN ÚNICA SOBRE COSAS VIEJAS

Ya dije
no sé quién inventa el olor de las casas,
no sé.

Mas aún si lo que te gusta es mirar desde arriba
la vista ruinosa de los tejados
y la pared deslucida
y los muros
y las sucias puertas de las casas viejas de aquí.

Más aún,
si ya no recuerdas que
no es el olor
sino la bondad de la cosas
al exhibir su derrota.

Por Francisco Ruiz Udiel

Estelí (Nicaragua), 1977

GESTO DESVANECIDO EN ESQUINA DE UNA ESTACIÓN

Esta estación no será más una estación,
quedará únicamente mi gesto desvanecido
en el polvo de alguna ventana,
si acaso hay ventanas,
si acaso decido en las estaciones
desamparar algún gesto.

Esperaré junto a las cabinas telefónicas
a que las horas se desvanezcan azules
en mi cigarrillo encendido
de mirada triste e inclinada,
me verán apretar la mandíbula
para masticar, como las aves
que emigran de una tierra a otra,
cualquier bocado de aire
sin saber qué les espera.

El aire se ha vuelto amargo
y aún no sé en qué otras estaciones
abordará mi soledad otro cuerpo.

1310169832_9-Literaria Daniel R1
600x400_1310169824_9-LiterariaFrancuisco1
600x400_1310169832_9-Literaria Daniel R1

La Prensa Literaria

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí