Arnulfo Agüero
Una valiosa muestra de grabado latinoamericano, perteneciente a la Colección Museo Julio Cortázar, que aborta el tema social en la mayor parte de las obras, se exhibe en la una de las salas del antiguo Convento de San Francisco enGranada, figurando una serie de grabados de Guadalupe Posada (1852-1913), grabador mexicano, conocido por sus estampas populares y caricaturas sociales, inspiradas en el folclor mexicano y otras del grupo español Crónicas, titulada Refugio.
Para los años ochenta, Nicaragua, vino a ser sala no solo del arte europeo, proveniente de España o de las repúblicas socialistas, sino que llegaron obras donadas provenientes de países latinoamericanos y centroamericanos que vinieron a enriquecer el patrimonio de las artes visuales, siendo el Museo de Arte Contemporáneo Julio Cortázar, un espacio donde se exhibieron y albergaron obras de artistas de estos países.
Hoy parte de estas obras han sido resguardadas en el Palacio Nacional de la Cultura, y muchas de ellas restauradas bajo el cuidado de especialistas, incluyendo su preciado inventario de obras al óleo, acrílico, mixtas, dibujos, y por supuesto esta pequeña muestra de grabados.
Entre las obras se está exhibiendo un pastel sobre papel, titulado El Pez Rojo, 1990, del costarricense Francisco Amighetti; otra obra, es Ojo Magnético, un grabado del guatemalteco Rodolfo Abularach, colega de César Izquierdo, otro paisano suyo que perteneció al movimiento nicaragüense Praxis, fundado en los años sesenta, del pasado siglo.
Un latino que dejó buena impresión en el círculo de pintores que concurrían a la Galería Praxis, fue el ecuatoriano Oswaldo Guayasamín, tanto por su pensamiento revolucionario, como por sus planteamientos estéticos, y su relación con el mundo comercial capitalista, el que debe mantenerse pero sin perder su identidad. Asimismo entre otros está presente la litografía Expresiones y Mutilaciones, del peruano Herman Braun.
Obras de Cuba también están presentes en esta muestra. De ese gran pintor Wilfredo Lam (1902-1982), hay tres litografías surrealistas que fusiona la herencia cultural afrocubana con las últimas vanguardias europeas; también se exhibe de recientes décadas una obra de otro cubano, Agustín Córdobas.
Brasil, sede de bienales de arte, también está con la gráfica contemporánea de Antonio Enrique Amaral, fechada en 1984, año del apogeo de la “revolución cultural”, entonces dirigida por el Ministro de Cultura, Ernesto Cardenal, siendo Nicaragua paso de tránsito y atracción de artistas e intelectuales del mundo.
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