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Agustín Fernández Mallo autor español de narraciones experimentales. LA PRENSA/C. Malespín.

Escritura reformulada

El libro de cuentos y poemas El hacedor (de Borges), Remake, y la trilogía de relatos Nocilla (Dream, Experience, y Lab; 2006, 2008, y 2009) es el tipo de escritura reformulada que propone el escritor y físico español Agustín Fernández Mallo, que se nutre del documentalismo intervenido con dadaísmo y realismo mágico en un escenario urbano y tecnológico del siglo XXI globalizado.

Por Arnulfo Agüero

El libro de cuentos y poemas El hacedor (de Borges), Remake, y la trilogía de relatos Nocilla (Dream, Experience, y Lab; 2006, 2008, y 2009) es el tipo de escritura reformulada que propone el escritor y físico español Agustín Fernández Mallo, que se nutre del documentalismo intervenido con dadaísmo y realismo mágico en un escenario urbano y tecnológico del siglo XXI globalizado.

Para Fernández Mayo, tanto su llamada “pospoética”, narrativa y videos, son el resultado de mezclar sus referentes culturales, que vienen desde la denominada alta cultura hasta la popular, pero visibilizados desde la contemporaneidad de la ciencia, tecnología, cine, publicidad y arte conceptual, redactados o filmados con poca intervención y planeación teórica.

Sobre este esquema estructural, impulso literario y búsquedas de metáforas poéticas escribió su primer Nocilla Dream, dando paso a que la prensa cultural española también incluyera a otros españoles como Eloy Fernández Porta, Jorge Carrión, Vicente Luis Mora, Javier Calvo o Carmen Sierra, en la llamada Generación Nocilla , también llamada Mutantes en una antología de Julio Ortega y Juan Francisco Ferré, calificada como “narrativa española de la última generación”.

La reciente obra de Fernández Mallo, El hacedor (de Borges), Remake, fue presentada en el Centro Cultural Español de Nicaragua, hace unos días, dicho texto es una variación literaria borgeana, surgida según el escritor de las lecturas de los cuentos y poemas de Borge los que le propusieron nuevas lecturas, interpretaciones y temas tangenciales, permitiéndole rescribir a su manera su propia narrativa.

En próximo año dará a conocer su poemario Antibiótico, escrito en verso libre, con su característico estilo, con este texto culminará su serie de poesía denominada “pospoética”.

Generación Mutante

¿Qué representa la Generación Nocilla y las diversas apreciaciones generadas, tanto en medios españoles, como en escritores que han identificado o cuestionado este nombre.

Con el éxito del Nocilla Dream, se hicieron visibles otros autores que llevaban tiempo escribiendo pero la prensa no les había hecho caso. A partir de ahí somos autores que tenemos cada uno nuestra estética, y forma de escribir diferente. Pero la prensa cultural española nos puso a todos en el mismo bolsón y empezó a hablar de la Generación Nocilla.

Está claro que a unos no les gusta, pero sí es verdad que compartimos una serie de rasgos con una visión del mundo contemporánea que metemos en nuestras obras todo lo que nos rodea, sin preocuparnos porque si es una cultura alta o popular.

Bueno, esa es una generación que no hicimos nosotros. Luego se publicó una antología hecha por Francisco Ferrey y Julio Ortega que se llamó Mutantes, quizás un término más adecuado para esta este grupo.

¿Qué es lo que están buscando y ofreciendo estos nuevos escritores de Nocilla o Mutantes, a los lectores de Hispanoamérica?

Una forma de narrar, que no se piensa formalmente en su contenido, sino que actuamos de acuerdo a las complejidades del siglo XXI, ese es el paso de la literatura, que también se está dando en las artes visuales, cine y otras artes.

Esa es nuestra manera de leer lo que está en nuestro contorno sin preocuparnos si pertenece a una tradición literaria, entonces cabe todo, desde una tradición clásica que recogemos a nuestra manera, pero también la tradición de los nuevos medios, la sociedad de consumo. Eso es un poco el denominador común de la nueva literatura en España.

La narrativa del realismo mágico tiene su propio imaginario y sus exponentes. Ustedes tratan la narrativa de la urbano actual con todas sus tecnologías. Con estos dos tipos de estilos quiero me marques tu experiencia.

Cada uno lo hace de una manera diferente. Yo no puedo hablar por todos. Y, por ejemplo, debo bastante al realismo mágico, y lo que ocurre es que puedes hacer un “realismo mágico siglo XXI”, pero desde las nuevas tecnologías y medios, en un entorno urbano.

La zaga del Nocilla Project

Ha escrito una trilogía de Nocilla Project (Dream, Experience, Lab), ¿En que consiste esta zaga literaria?

Este es un proyecto que surgió así: vengo de la poesía ante todo. Nunca había escrito novela. Y un día me veo que estoy escribiendo una especie de textos extraños, no se que son, de que género, y rápidamente me di cuenta que eran diferente, y de ahí surgió el primer Nocilla Dream.

Luego continué escribiendo los demás, sin saber siquiera que alguien me los iba a publicar. Y ocurrió todo lo contrario, Alfaguara se interesa en el 2006, y dio visibilidad a otro tipo de literatura en España, lo cual estoy orgulloso y contento.

Tanto Nocilla Dream, como Nocilla Experience es un documental poco recreado por mí. Son historias de personajes que habitan en distintos puntos del planeta y cómo están conectados por las redes metafóricas, poéticas, de ideas.

El tercero Nocilla Lab, es de estructura muy diferente y cuento como escribí los primeros, y lo cuenta como excusa durante un viaje a una isla en un coche con una mujer, y van ocurriendo una serie de peripecias. Y al final esta trama termina con algo de thriller.

El título de esta trilogía de Nocilla se debe, en parte, al nombre que lleva una crema de cacao que se unta en el pan, pero en mi caso lo tomé de una canción del grupo ‘Siniestro total’, que se llama Nocilla quemerendilla, una canción dadaísta con un letra absurda.

En este sentido me interesa más el dadaísmo reformulado en la contemporaneidad de la literatura. El absurdo es una manera de conocimiento del mundo. En mi blog pongo algunas cosas que están entre el arte conceptual y la literatura, incluso hay videos que realizo con una pequeña cámara, con ellos mezclo ideas de la literatura centroeuropea y posmodernista.

¿Realmente de que tipo de literatura estamos hablando, si es que se puede clasificar convencionalmente?

Bueno, lo que he hecho es mezclar todas mis referencias culturales. En realidad no es más que eso; eso pasa desde el ámbito clásico, al tecnológico, y de la ciencia, cine, publicidad. Utilizar todo eso como materia estética, sin tener que disfrazarla demasiado, sino que casi como un documental, es como enfocar la cámara sin intervenir demasiado. Y dejas que las cosas salgan por sí mismas. Es como escribir casi de una manera inconsciente.

El Hacedor (de Borge), Remake

Ha dicho en más de una ocasión que Jorge Luis Borges ha sido uno de los primeros poetas que leyó en su juventud, ahora ha rescrito su texto El Hacedor (de Borge), Remake. Háblame de esta propuesta literaria.

En realidad lo que ocurrió es que el libro original, es un libro que la primera vez cuando, tenía 18 años, me fascinó. Es un libro que marcó ciertos caminos para lo que yo llamé “Pospoesía”, y bueno es un libro que releía constantemente; y sobre todo cada pieza me proponía nuevas lecturas, interpretaciones, temas tangenciales que para mí tiene mucho que ver.

Entonces lo que ocurrió fue que un día me cansé, y me dije “voy a escribir mis historias”. Es el libro al que he dedicado más tiempo, desde el 2004 al 2010, iba poco a poco haciéndolo. En realidad fue un diálogo con el texto de Borges, por lo que valoro como un libro que hice con mucho respeto y sin miedo, desarrollando mi estética a través de él.

¿De que tipo de rescritura (remake) estamos hablando, de que recontextualización, u óptica contemporánea?

Dejamos claro: no estoy actualizando a Borges; este es actual, nos sigue proponiendo relecturas, lo hice para ver mi estética, esta se compone de muchísimas cosas. Una de ellas es el enfrentamiento de la imagen con las tecnologías, pero no solo es eso, hay otros elementos del arte conceptual, lo pop, la música. Por ejemplo, en mi libro hay un personaje que hace un recorrido a través de los mapas de Google.

En realidad es un reformulación de una idea borgeana del laberinto. En mi libro no nombré la palabra laberinto, eso sería imitarlo. Pero sí he tomado una serie de conceptos borgeanos, como el espejo, y enfocarlo con la tradición. Los mundos de Borges, creando simulacros, me importa, porque es también crear mundos artificiales que se mantengan.

Además de ejercitar la literatura, eres físico. ¿Cómo relaciona su vida con su poesía, novela, cuento, y videoarte?

Bueno para mí la ciencia ha sido un motivo de inspiración. En ella he encontrado un poética, una sensibilidad, y siempre que he leído un texto científico me ha emocionado de la misma manera que un texto artístico. Por lo tanto para mí la ciencia es un arte, al cabo es una creación humana, igual que un poema. Mi cabeza lo une todo.

Con el Antibiótico culmina pospóetica de Fernández Mallo.

Pero su sensibilidad me parece, se adhiere más a tu poética. Comenzó con poemas, uno de esos es Yo siempre regreso a los pezones y al punto siete del Tractalus (2001), y seguís escribiendo poemas, aunque no te guste recitarlos.

A este desarrollo le llamé pospoética. No me interesa la ciencia como material argumentativo —como puede ser la ciencia ficción, las teleseries—; me interesa la ciencia como elemento creador de imágenes puras que puedan trasladarse a un poema o novela.

¿Además de elementos creativos, en tu poética insertas valores científicos o concepciones?

Sí, claro, utilizo elementos científicos y los saco fuera de contexto, resultando un nuevo sentido que dialoga de otra manera. De tal forma que no abandono ninguno de los dos.

Críticos literarios como Álvaro Bisama ha cuestionado a la generación latinoamericana McOndo (años 90), por su literatura de innovaciones con mucha publicidad y marketing. ¿Eso está pasando con ustedes, y los encargos de las editoriales?

En mi caso no. Yo no necesito escribir para ganarme la vida, porque tengo mi profesión como físico (en radioterapia contra el cáncer). Yo escribo como una necesidad de investigación estética.

¿Cómo es su vida en casa?

Me gusta ver la televisión, me ha inspirado. Escribo cuando me apetece. No tengo una vida excéntrica, rara o llamativa. Viajo mucho por motivos literarios, el resto del tiempo no hago nada especial, mas que estar en casa. A mí me gusta mucho ver televisión, navego por la red, soy un persona tranquila. Tengo un blog. Escribo en cualquier sitio cuando se me ocurre alguna idea.

¿Libros nuevos a publicar?

Tengo muchas cosas sin programar o hacer. Todavía no sé que son. Irán saliendo, a lo mejor no. Esa es una visión que me viene de la poesía, no lo piensas demasiado, sale, ¿no? Con las novelas me pasa lo mismo, incluso con mis textos de ensayos.

Lo que sí tengo terminado saldrá el próximo año, que es de poesía, se llama Antibiótico. Prefiero no adelantar nada por ahora, solo que es un libro en verso libre que es como una culminación de lo que he venido haciendo de mi poesía pospoética.

La Prensa Literaria

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