Tu recuerdo y los que fluyen a él gotean
de un solo punto del cielo raso.
En tu rostro está mi arca
naufragando.
Estoy tan avergonzado;
mi alma es un suicidio,
mi amor un celentéreo.
Tengo miedo,
tan sólo mis nervios se asen,
muertos de frío, a mis huesos.
Me besa la ausencia
cuando cierro los ojos,
cuando los abro me acuchilla con el sol.
Debajo de mí
un León que abre puertas me persigue.
Mis plegarias vuelan queriendo ser cortejos.
Cuando llueve
y los cristales se emperlan,
tu sudor acompañado me duele.
Mi ángel,
Mi amor:
_ ¡Sos una rata en mi garganta!
En mi pecho un diapasón.
Ver en la versión impresa las paginas: 10