Dra. María Luz André
Médico Nutricionista Clínico
Cuando Dios creó a todos los mamíferos dispuso que ellos obtuvieran la leche materna de las mamas de sus madres sin contacto con agente externo alguno, ya que se trata de una sustancia que se altera y contamina con mucha facilidad.
La razón fundamental por la que los médicos recomiendan el consumo de leche es por la creencia de que la misma tiene un alto porcentaje de calcio. La publicidad a través de los medios de comunicación, destacando el componente calcio y no hablando de otros componentes de la leche, ha hecho que muchas personas, incluidos niños, consuman hasta un promedio de 3 a 5 vasos de leche al día.
Actualmente hay diferentes estudios científicos que demuestran que el calcio de la leche al momento de llegar al intestino precipita en forma de fosfato de calcio, eliminándose a través de las heces.
El porcentaje de grasa saturada de la leche es del 70 por ciento, frente a la leche humana que es del 45 por ciento y solo el 30 por ciento es poliinsaturada.
La leche humana se toma tal cual directa de la mama, pero la leche para ser apta para el consumo debe pasar un proceso de pasteurización y el calor satura los ácidos grasos y los emulsiona haciéndolos pasar a través de las paredes intestinales aumentando los niveles de colesterol y grasa saturada en sangre.
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