- Jóvenes nicaragüenses que participaron en el Encuentro Mundial de la Juventud
La delegación oficial de la Juventud Católica de Nicaragua que participó en la XXIII Jornada Mundial de la Juventud que se llevó a cabo en Sidney, Australia, regresó ayer al país llena de fe y motivada para contribuir en el trabajo pastoral de la Iglesia católica.
El sacerdote Rolando Álvarez, asesor de la Pastoral Juvenil Nacional y quien presidió la delegación de los jóvenes en el encuentro con el papa Benedicto XVI, explicó a LA PRENSA que el pontífice pidió a los jóvenes del mundo emprender un nuevo Pentecostés, “es decir una nueva efusión del Espíritu Santo que convierta a los jóvenes en testigos de Cristo resucitado y proclamen con entusiasmo y valentía la buena nueva a toda la creación”.
Álvarez afirmó que la experiencia para los 12 jóvenes nicaragüenses fue de mucha alegría, pero sobre todo de mucho valor espiritual para sus vidas, lo cual los anima a seguir trabajando para la Iglesia y para ayudar a otros jóvenes.
“Para los muchachos nicaragüenses, el encuentro de fe con Cristo y la Iglesia en Sidney fue un momento de gracia para renovar su compromiso con el Evangelio y llegar hasta las últimas consecuencias con la Iglesia que proclama que la esperanza permanece viva, principalmente para el que se encuentra triste y agobiado”, manifestó el sacerdote Rolando Álvarez.
Añadió que la experiencia le reafirmó una vez más la necesidad y “urgencia que tienen los jóvenes de ser acompañados por sacerdotes, religiosos y religiosas en la búsqueda de la verdad y redescubrir que vale la pena hacer este camino de acompañamiento a los jóvenes”.
Álvarez dijo que “resultó hermoso ver la bandera patria en el Concierto Mundial de las Naciones en ese encuentro de la juventud católica”.
El mensaje que la Iglesia joven nicaragüense transmitió en Sidney fue su opción pastoral de darle un seguimiento serio a los jóvenes confirmados para que se “identifiquen como discípulos y misioneros de Cristo. Una segunda opción pastoral que se compartió fue la de formar orgánica y sistemáticamente a los líderes de las distintas diócesis del país, porque estamos convencidos de que solamente con líderes fuertes en su fe y amor a la Iglesia, podremos sacar adelante el trabajo pastoral de la Iglesia entre los jóvenes”, afirmó el Padre Rolando Álvarez.