- Sacerdotes opinan que así se profundiza la fe en Cristo. “El cristiano no puede llevar la Biblia como desodorante”, dice uno
El padre Tano no se llama Cayetano. Tiene un nombre polaco: Estanislao García y una de sus pasiones ha sido, a lo largo de 90 años, leer la Biblia.
Es el párroco de la iglesia San Jerónimo, en Masaya, una de las más populares del país porque allí se dan las festividades de este Santo, al que se abocan políticos y promesantes durante tres meses de fiesta, donde el paganismo y la religión se funden en una de las celebraciones más largas del país.
Para García, las sagradas escrituras son el único camino para conocer a Cristo. Así lo ha hecho él a lo largo de una vida sacerdotal que inició cuando tenía 18 años e ingresó al Seminario.
Desde entonces han sido muchas las personas que lo han llegado a buscar para algún consejo y siempre halla algo en la Biblia con lo que aconsejar al pecador arrepentido y al que no lo está tanto.
Porque el cristiano, el verdadero, según él, y deja clara la diferencia alzando la voz, “se debe releer la Biblia, la debe meditar, y debe vivirla. El cristiano no puede llevar la Biblia como desodorante, sino llevarla en el corazón para hacer lo que dice”, opina en la casa cural.
Al padre Tano le gusta poner ejemplos para todo. Así lo ha hecho a lo largo de estos años en que ha visitado comunidades remotas en Matagalpa, Río Coco, representando a sus obispos. Para él, también la falta de conocimiento de la Biblia es motivo de que cada vez halla más gente que se separa de la Iglesia católica.
La Biblia ha sido traducida a más de una decena de lenguas en todo el mundo. Primero fueron escritas en hebreo, arameo y griego, según la enciclopedia Wikipedia.
Ahora que el padre Tano va a concluir su día, después de recibir una y otra vez a los promesantes que llegan buscando su bendición, leerá algunos párrafos y mañana, cuando esté frente al altar de la capilla construida junto a la casa cural después que la iglesia San Jerónimo sufrió daños hace algunos años, rezará a Dios, cuyo mensaje ha propagado a lo largo de su vida.
“NECESITAMOS LEERLA”
Para el sacerdote salesiano y director del Centro Juvenil Don Bosco, William Argüello, la Biblia es la “regla de vida fundamental, es la que nos exhorta, la que nos anima, la que nos fortalece, nos amonesta; nos convierte y la que nos hace presente a Jesús cuando la leemos”.
Según Argüello, los seres humanos estamos unidos, necesitados “de la palabra de Dios que nos ha creado, por ella somos y existimos (…) quiere decir que nosotros necesitamos de la palabra desde el principio y esa palabra se ha hecho carne en la persona de Jesús y Él nos ha dado el amor de Dios”.