Emiliano Chamorro Mendieta
“En Nicaragua somos una Iglesia que hemos sido muy cercanos a nuestro pueblo y se ha hecho la voz por los que no tienen voz”, dijo monseñor Silvio Fonseca Martínez.
En cuanto a la participación de los laicos, Fonseca dijo que la Iglesia “siempre le ha dado espacios a los laicos a través de diferentes movimiento, asociaciones y grupos. El laico tiene un rol específico en la Iglesia propio de su bautismo. El laico nunca puede sustituir al sacerdote. Le damos gracias al papa de recordarnos el rol que desempeñan los laicos en la fe y en la historia”, dijo monseñor Fonseca.
Los empujes reformistas que el papa viene emprendiendo dentro del ministerio episcopal, ya sean estas por ser caducas o en el peor de los casos por la corrupción dentro de la curia romana, son bien vistos por monseñor Silvio Fonseca Martínez, vicario de Familia, Vida e Infancia de la Arquidiócesis de Managua.
“Desde que asumió la silla de Pedro, el papa fue claro que en la Iglesia hay estructuras caducas y no podemos negar que también hay clérigos opuestos a esta reforma necesaria que el papa empuja; y no nos debe asustar de que en la historia de la Iglesia siempre hay resistentes y opositores a estos cambios profundos porque el papa Francisco está tocando fondo en la Iglesia”, expresa Fonseca.
Sin embargo y a juicio de Fonseca, quien es doctor en Teología Moral, las reformas que el papa pretende en la institución religiosa ponen en situación muy peligrosa la vida de su santidad.
“El papa toca fondo y no se queda en la periferia y en este sentido tenemos que orar por el papa. Yo humanamente temo por la vida del papa y hay que protegerlo y lo que circula allí siempre mejor hay que considerarlo y no ignorarlo”, reflexionó monseñor Silvio Fonseca.
Sin justificar los errores dentro de las estructuras de la Iglesia, Fonseca considera que la Iglesia es humana y divina, sin embargo asegura que la Iglesia debe “sanearse”.
“La Iglesia es humana y es divina y no justifico los errores y como humanos no debe de asustarnos la corrupción que puede haber en muchos de ellos y que obviamente el papa Francisco está en este momento saneando muchas aguas turbias que hay dentro de nuestras estructuras eclesiásticas”, reconoce monseñor Fonseca.
“MUCHOS CHIMADOS”
A criterio de este sacerdote, el papa Francisco ha iniciado una etapa de purificación dentro de la curia vaticana. “Hemos iniciado con el papa Francisco un tiempo de purificación dentro de la Iglesia y todo proceso de purificación se paga un alto precio y por supuesto muchos se van a sentir chimados con esto; pero es necesario hacerlo”, asegura el vicario de Familia de la Arquidiócesis.
Fonseca respalda el proceso de revolución que Bergoglio ha iniciado dentro de las estructuras vaticanas, quien recientemente llamó en Brasil a los jóvenes a que se hagan sentir dentro de la sociedad y exigir a la Iglesia y a los Estados cambios que mejoren las relaciones humanas y el respeto a la fe y la promoción del Evangelio.
“Los cambios del papa los necesitábamos, es un camino iniciado desde el Concilio Vaticano II (…) y ahora el papel de Francisco es poner en práctica la apertura de Juan Pablo II e intelectualizada por Benedicto y ahora pone los puntos sobre las íes el papa Francisco”, apunta Fonseca.
LLAMADO A OBISPOS DE AL
Durante el reciente encuentro en Brasil del papa Francisco con obispos latinoamericanos que integran el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) el jefe de la Iglesia les pidió a estos que reflexionaran si realmente su trabajo estaba siendo guiado de forma pastoral o se comportaban como administradores, que no es lo mismo que pastorear y que es lo que demanda Bergoglio.
Francisco dijo a los obispos que la Iglesia debe ser misionera, ser proactiva y no reactiva.
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