La realización de trabajos de albañilería, sin pedir permiso, en una pared que divide la propiedad del granadino Róger Armando Gutiérrez, con una casa que recién compró el diputado sandinista Alejandro Delgado Márquez, provocó diferencias entre ambos propietarios.
Róger Gutiérrez reclama que los trabajos causaron fisuras en la enorme pared, exponiendo a los que habitan en su casa, pero además el señor se queja que le taparon un tragaluz que había construido con bloques decorados en la parte alta de la pared para que le entre aire y luz a su propiedad.
Gutiérrez, quien tiene una farmacia en esa casa, asegura que la pared es de su propiedad y que la restauró con mucho sacrificio.
“Ya hablé con el señor y le prometí que voy arreglar los daños, pero los bloques no pueden dejarlos abiertos porque es prohibido que haya vista a la casa de mi hija”, dijo Delgado. Explicó que la casa se la compró a su hija y admitió que la muchacha actuó mal por no escuchar al vecino.[/doap_box]
La hija del diputado es quien está al frente de los trabajos, pero al querer pedirle una explicación de por qué está usando mi pared sin permiso y me tapó el tragaluz, la muchachita me expulsó con prepotencia, dijo el señor.
Agregó que tras haberle hecho el daño en la pared y haber trabajado en la tubería de agua potable y el cableado de energía eléctrica, los nuevos vecinos se dieron cuenta de que la pared que les corresponde a ellos era otra. La pared que picaron es la mía y ahora se dan cuenta que su pared es de taquezal, está podrida y que la deben hacer de nuevo, pero el daño ya esta hecho, dijo Gutiérrez.
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