A los 16 años de edad se fue de Nicaragua y ha regresado para dar peleas en artes marciales mixtas. Recientemente peleó con Ricardo Mayorga, pero Wesley Tiffer tiene una faceta menos conocida, la de empresario. Posee una empresa constructora que opera en Estados Unidos y Canadá, le teme a las multitudes y está soltero.
¿Qué animal te gustaría ser?
Un buey. Ese es mi apodo, porque es fuerte y trabajador y no se da por vencido.
¿A qué le tenés miedo?
A quedar en silla de ruedas. Y no poder hacer cosas por mí mismo.
¿Tu fobia?
Las multitudes.
¿Querés más fuerza o más inteligencia?
Más inteligencia, siempre.
El luchador con quien querés pelear…
Frank James Edgar. Es un luchador de 155 libras.
¿Qué preferís? ¿Comer, dormir o hacer el amor?
(Ríe) Dormir. Hacer el amor trae muchos problemas.
De los tatuajes de tu cuerpo, ¿cuál es el que no se ve fácilmente?
Ninguno. Todos son visibles.
¿Qué cambiarías de tu cuerpo?
Mmmmm… creo que mi altura. Aunque realmente estoy satisfecho tal cual soy.
Para vos quién manda, ¿hombres o mujeres?
Deberían mandar igual, pero las mujeres mandan más.
¿Ya te ha mangoneado alguna mujer?
(Carcajada). ¡Noooo! Mi carácter es fuerte.
¿Cuál es la parte de tu cuerpo que más te gusta?
Mi cerebro (ríe).
Si solo tuvieras un día de vida…
Me voy a África. No quiero morir sin conocerla.
¿Cuál es el golpe que más te ha dolido?
Un golpe bajo en las costillas que me fracturó una.
¿Quién es el amor de tu vida?
(Ríe). No estoy casado ni tengo novia. Además de mi perro, amo a mi mamá y a mi hermana.
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