- Apio, un gran aliadoManual de consejos
Inicialmente el apio fue usado con fines medicinales por sus propiedades diuréticas, carminativas y purificantes.
Hoy en día el uso predominante es en ensalada, en fresco, aunque también se consume cocido y ocasionalmente sus semillas se usan como saborizantes. Un uso de indudable interés, aunque no evaluado, sería su potencial afrodisíaco. En la agroindustria se le usa para la elaboración de deshidratados y algo de congelados.
Su temporada: se puede encontrar todo el año aunque los mejores se encuentran en invierno.
El apio es aperitivo, facilita la digestión, corrige los gases intestinales y es muy remineralizante.
Ayuda a la formación del esmalte dentario. Es eficaz como diurético y para eliminar el exceso de ácido úrico. Depurativo, regenerador sanguíneo, antirreumático y ligeramente laxante. Afrodisíaco. Mejora las enfermedades hepáticas, combate las infecciones. Ayuda a la eliminación de cálculos renales, mejora la memoria y en uso externo suele comportarse como un cicatrizante.
Es rico en minerales como el sodio, potasio, magnesio, hierro, azufre, fósforo, manganeso, cobre, aluminio y zinc, además es rico en vitaminas A, C, E y del grupo B.
Contiene mucha agua (95%) y celulosa, proteínas (1.5), carbohidratos (5 mg) y grasas (0.2 mg). El bulbo contiene, además del aceite etéreo, almidón, azúcares, colina, tirosina y vitamina B-1 y B-2.
Fuente: La cocina del chef