El antioxidante licopeno, captó la atención en los años 90 porque en esa época se descubrió que los hombres que consumieron comidas con altos niveles de este antioxidante bajaron de 35% a 50% su riesgo de contraer cáncer de la próstata.
Pero las mujeres también tienen razones para consumir este antioxidante las que tienen altos niveles de licopeno bajan su riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares hasta un 50%.
Licopeno también ayuda a reducir el riesgo de degeneración de la mácula del ojo. No hay recomendaciones establecidas sobre la cantidad que debemos consumir diario. Las mejores fuentes son las frutas y verduras de colores rojos y amarillos oscuros o naranjados tales como tomates y la pasta de tomate, la sandia, y la papaya.
El licopeno funciona en las plantas como un colorante natural, dándoles a las plantas sus colores de rojo y amarillo oscuro. Y se puede aumentar los beneficios del antioxidante por incluir un poco de grasa cuando se consume el antioxidante.
Ejemplos de buenas prácticas dietéticas son: incluir un poco de aceite de olivo con los tomates, o yogurt con la papaya, porque una pequeña cantidad de grasa le ayuda en absorber el licopeno. Y escoger los tomates bien rojos, en vez de aquellos cosechados mucho antes de su punto óptimo de madurez, porque es cuando tienen su color completo que le lleva la mayor concentración de licopeno. Cuando los tomates están cocidos o procesados a salsa de tomate, el licopeno es más fácil de absorber.
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