- Mélida Sánchez preside el Consejo Consultivo del Hospital Infantil Manuel de Jesús Rivera La Mascota
Amable, sensible, solidaria y comprometida con los más necesitados, así es Mélida Sánchez Herdocia, de 37 años, presidenta del Consejo Consultivo del Hospital Infantil Manuel de Jesús Rivera La Mascota.
Cuenta que su vida cambió hace 11 años, cuando acompañó a su hermana Luz María Sánchez Herdocia, Miss Nicaragua 1996, al hospital. Ahí observó el sufrimiento que los padres de los niños internos padecían al no poder pagar los gastos que demandaba el centro. Después de esa visita, Sánchez afirma que decidió hacer algo al respecto y empezó a donar medicinas e hizo compañía a los padres que dormían en bancas esperando una mejoría para sus hijos.
En el 2004, la invitaron a presidir el Consejo Consultivo y para el 2005 formuló un programa que consistió en realizar tomografías, resonancias, ultrasonidos, exámenes de laboratorios y medicinas con ayuda del Club Rotario de San Francisco. Con ellos consiguió un fondo de 25,000 dólares e iniciaron su trabajo en el área social del hospital. Éste fue el inicio.
Esto es un movimiento que nace del corazón de muchas personas; si alguno de nosotros puede ayudar a alguien necesitado debe hacerlo, todos somos capaces de aportar algo, afirma. Por eso, en conjunto con la sociedad civil, formó la Asociación Pro-hospital Infantil de Nicaragua Manuel de Jesús Rivera, formada por 25 asociaciones que trabajan para mejorar los servicios de atención en el hospital.
Su hijo mayor, Marcos, nació con una enfermedad llamada hiperactividad bronquial y debido a eso decidió también iniciar un proyecto para ayudar a modernizar la sala de Neonatología. Asegura que la enfermedad de su hijo la hizo tomar conciencia de los grandes gastos que representan para los padres las enfermedades de los niños recién nacidos, en especial, las respiratorias.
Actualmente, Sánchez trabaja en un proyecto para ampliar la sala de Neonatología e instalar equipos más modernos, necesarios para mejorar la atención a los niños con pocos días de vida.
Todas las acciones humanitarias de Sánchez tienen una historia. Su familia le inculcó desde pequeña el amor por el prójimo y ahora ella lo está inculcando en la vida de sus tres pequeños hijos.
Recuerda que su madre trabajó durante muchos años ayudando a refugiados y su padre le enseñó a trabajar en las escuelas y a saber que sus sueños podían hacerse realidad.
Afirma que sus trabajos le demandan gran cantidad de tiempo porque también es abogada de un Bufete Jurídico y asesora jurídica de una empresa, propiedad de su padre; sin embargo, se las ingenia para compartir tiempo de calidad con su familia haciéndolos parte de su proyecto de vida en el hospital. De ese modo, mis hijos no sienten que el hospital les quita a su madre, asegura orgullosa.