- Las pecas son un rasgo muy particular, a algunos les encantan y otros las detestan
Las vacaciones que se disfrutan bajo el sol son la mejor oportunidad para que las personas de piel blanca desarrollen pecas, así lo confirmamos en una búsqueda de consejos sobre cómo tratarlas. A continuación reproducimos un artículo de belleza publicado en Terra, donde se profundiza sobre los tratamientos para las pecas.
Rostro suavemente bronceado y con unas preciosas motitas marrones como idílica evocación del ocio estacional. Pero lo que de 4 a 8 años aparece y desaparece acompañando las vacaciones, con el tiempo se puede volver congénito y no sólo quedarse todo el año sino además aumentar en tamaño y en proporción hasta convertirse en una pesadilla.
Para conseguir que dejen de ser una molestia, una de dos: o se moviliza para buscar la fórmula y hacer que desaparezcan o, sencillamente, se olvida su presencia porque, en realidad, no constituyen peligro alguno.
Las pecas presentan normalmente colores que van desde el café con leche a marrón pardusco pasando por el amarillo y aparecen primeramente en las áreas faciales expuestas al sol, aunque también son comunes en las manos y las piernas, pero claro pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo algunas personas las tienen en los hombros, la espalda y el pecho.
Normalmente, las pecas son exclusivas de las pieles sensibles al sol comunes en personas que se queman fácilmente cuando se pasan muchas horas al aire libre o disfrutan de baños de sol y son comunes en las pieles claras y en personas con el cabello rubio o pelirrojo, incidiendo igualmente en mujeres y en hombres que pertenecen a esta tipología.
Está científicamente probado que la causa más común de su presencia es la herencia que predispone al desarrollo de las pecas genéticamente lo que las convierte en un blanco fácil de la prevención, la mejor manera de combatir su nacimiento.
Soluciones posibles
Las pecas pueden ser combatidas mediante métodos naturales y químicos o usando ambos a la vez.
Métodos naturales
Lógicamente, los primeros actúan de forma más lenta y, la mayoría de las veces, no consiguen eliminarlas pero, con toda seguridad, las aclaran, eso sí, siempre que no se pierda la paciencia y se mantengan las pautas de acción.
La primera prevención para evitar que las pecas florezcan es usar protectores solares con alto índice y evitar por completo las exposiciones entre las 11 y las 16 horas.