- La alimentación y el ejercicio son claves
1. Consuma fibra.
Coma todos los días verduras (preferentemente crudas), fruta con piel (si es posible), hortalizas y pan integral. Esta alimentación es rica en fibra. Coma despacio y mastique bien los alimentos. Procure comer a horas regulares. Haga una dieta pobre en grasas y rica en proteínas (carnes y pescados). El cuerpo necesita fibra para desechar desperdicios. La fibra absorbe líquido en cantidades mayores a su propio peso y esto ayuda a mantener la materia fecal suelta y previene el estreñimiento.
2. Tome más agua.
El agua hace que las heces sean más fluidas. Beba abundantes líquidos, al menos 1.5 litros (8 vasos) al día. Los líquidos pueden incluir agua, zumos, sopa, té y otras bebidas. La naranja es también beneficiosa en el tratamiento del estreñimiento. Tomar una o dos naranjas antes de dormir y al levantar por la mañana es una manera excelente de estimular los intestinos.
3. Eduque al intestino.
No reprima nunca la necesidad de evacuación, vaya al servicio cuando sienta ganas. Habitúese ir al servicio a la misma hora, procurando hacerlo con tiempo suficiente y sin prisas. Algunas personas se benefician de ir después de una comida. Evite los esfuerzos excesivos en la evacuación. El intestino ya se encarga, por sí mismo, de este trabajo.
4. Haga ejercicio físico diariamente.
Tómese tiempo para andar, ir en bicicleta, hacer gimnasia… Evite los laxantes irritantes. La utilización repetida de laxantes irritantes puede conducir a alteraciones intestinales y pueden crear hábito.
5. Evite el uso de laxantes.
Debemos recordar que el uso de laxantes tiene efectos perjudiciales. Los laxantes se deben utilizar en períodos cortos de tiempo, ya que su empleo irracional responde a la enfermedad de los laxantes, que se manifiesta con dolores abdominales.
Fuente: Internet