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Diseño de Totem.LA PRENSA/AP

Río de Janeiro se viste de moda

El Fashion Río inició el domingo con propuestas ecológicas y la ausencia de Gisele Bündchen Con un presupuesto de ocho millones de reales (unos 4.9 millones de dólares), la semana de la moda de Río de Janeiro, que comenzó el domingo reunirá a 57 marcas hasta el próximo viernes. Los principales desfiles de la semana […]

  • El Fashion Río inició el domingo con propuestas ecológicas y la ausencia de Gisele Bündchen

Con un presupuesto de ocho millones de reales (unos 4.9 millones de dólares), la semana de la moda de Río de Janeiro, que comenzó el domingo reunirá a 57 marcas hasta el próximo viernes.

Los principales desfiles de la semana de la moda de Río de Janeiro arrancaron el domingo con propuestas que exploraron nuevas fuentes de inspiración, como el reciclaje, el art deco, el impresionismo y el surrealismo, mientras se busca coronar a una sustituta para la ausente Gisele Bündchen.

Ante la ausencia de la más renombrada “top model” brasileña, que faltó a la cita carioca después de tres años de participaciones consecutivas, otras muchas modelos iluminaron la pasarela de Río.

Una de las que más atenciones centró el domingo fue la joven brasileña Emanuela de Paula, de 19 años y que ya está en plantilla de la marca de lencería Victoria’s Secret, quien en la Fashion Río desfiló para la firma de ropa de baño Salinas.

De Paula, con su deslumbrante piel morena y desparpajo sobre la pasarela, hizo que muchos brasileños la coronaran ya como la nueva “reina” de la moda carioca.

Día uno

En el primer día de desfiles estelares, una de las marcas que más sorprendió fue la de Rita Wainer, que mostró su colección con un espectáculo que la diseñadora definió como una “performance” conceptual, cíclica y de larga duración.

Wainer explicó que pretendía “liberar al espectador de las ataduras del tiempo”, para que cada uno asistiera en el momento que creyera oportuno.

Durante el espectáculo, unas modelos actuaban como diosas que tejían el destino de los hombres, mientras las otras sujetaban sus “sueños”, representados por globos.

En las prendas de esta colección destacaron los bordados, los volúmenes exagerados y los tejidos que llegaron directamente de Costa de Marfil.

Otras de las propuestas destacadas fue la colección “Specular” de Luana Jardim, una joven brasileña que llevó a la pasarela materiales poco habituales.

La colección, que Jardim creó como trabajo de fin de carrera, tenía como materias primas el hierro, el acero inoxidable, el polvo de pirita y los tejidos acolchados.

Conservación ambiental

Además de los desfiles que se centraron en la unión de moda y conservación ambiental como invitación a la reflexión sobre el reciclaje y la búsqueda de nuevas fuentes de inspiración, la Fashion Río fue escenario del nacimiento de un espacio de exposiciones, situado en el interior de unos contenedores reutilizados.

La exposición, bautizada como “Fashion Containers”, fue inaugurada anteayer con el desfile de la colección “T Bete” de la estilista Thais Losso, quien sacó su aire más pop y experimental para mezclar las más variadas referencias y conseguir un equilibrio perfecto entre trabajo autoral y éxito de ventas.

Con una colección exuberante, colorida, sensual y alegre, Losso intentó destacar la “latinidad brasileña”, en contraposición a la idea tradicional de que Brasil tiene más que ver con Portugal que con sus vecinos de continente.

Según Losso, esa idea debe ser derribada, pues es más lo que une a Brasil y a Latinoamérica “que lo que los separa”.

Asimismo, pretendió con su colección reflexionar sobre “lo que es bonito”, “lo que no” y sobre quién marca esos criterios.

Hizo hincapié en que, “al contrario de lo que se suele pensar, no sólo lo que proviene de Europa o Estados Unidos es bello y lo que nace en América Latina es feo”.

La firma Totem propuso, por su parte, una explosión de color para unir la playa al asfalto con una gama de tonalidades que va desde los naranjas, verdes, fucsias y turquesas hasta el amarillo y rojo.

Inspirada en el movimiento musical brasileño de los años sesenta conocido como tropicalismo, la colección de Totem utilizó generosamente botones, mezcló estampados, pronunciados escotes y rayas con una inspiración étnica modernizada y un aire entre bohemio y retro.

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