- A pesar de no tener hijos propios, esta sicóloga ha dedicado su carrera a los niños
Los adultos ya tienen una personalidad estructurada y no son tan flexibles al cambio, por el contrario los niños siempre están prestos a aprender.
Proyectos. Le gustaría dejar su legado a través de libros de corte educativo para que sus conocimientos y experiencias sirvan de ayuda tanto a padres de familia como a nuevos profesionales.
Con casi dos décadas de ejercicio profesional, Zoyla Román dice haber recibido mucha remuneración afectiva del trabajo que hace en el campo de la sicología infantil, en el cual es especialista.
Dios no me dio hijos carnales pero sí espirituales, yo a todos los niños con los que trabajo y entran en contacto conmigo les doy un poquito de mí, afirma esta mujer de 45 años.
Román, además de brindar consultas clínicas, ha trabajado con niños discapacitados y desde hace tres años es docente de un Diplomado de Atención a la Niñez que se imparte en el Centro de Investigaciones de la Salud (CIES) de la UNAN-Managua. A través de este curso forma a médicos, pedagogos, sociólogos, entre otros, para que dentro de su perfil profesional consideren el desarrollo integral de los pequeños.
Además es consultora del Organismo No Gubernamental Visión Mundial, en un programa comunitario que se enfoca en la capacitación a madres rurales de escasos recursos en la estimulación temprana de sus hijos.
Faceta artística
Los trabajos manuales es otra de sus pasiones. Elabora variados adornos para el hogar, pero lo que más destaca de su obra creativa son unos bellos rosarios de pared que hace en madera. Aunque esto no es más que una afición, cuenta que desde hace varios años vende estos artículos a conocidos que han quedado prendados de ellos. Ahora recibe encargos y asegura que sus rosarios incluso se encuentran en países como Estados Unidos, España y Venezuela gracias a personas que los han regalado en el exterior.
Esta afición la ha incluido también en los talleres que imparte a madres pobres del campo a las que les ha enseñado a elaborar con sus propias manos materiales educativos para los niños. Éstas son soluciones originales, rápidas y baratas.
Asimismo propone y aplica tratamientos con un componente entretenido como manualidades en papel maché, yeso, fabricación de títeres, collages, etc. Explica que a través de estas actividades los niños desarrollan su creatividad, disminuyen la ansiedad y aumentan su autoestima.
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