- Si cada ciudadano toma unos pequeños resguardos, el impacto es enorme y la lucha contra la contaminación ambiental posible
1. No malgastes la luz
Apaga la luz cuando no sea necesaria. Aprovecha la luz natural, pinta de colores claros las paredes y los techos, reduce al mínimo la iluminación ornamental y limpia el polvo de las pantallas de las lámparas para aprovechar al máximo la luz.
2. No dejes los aparatos en stand by
Los aparatos como televisores, ordenadores o reproductores de vídeos en estado de espera consumen el 15 por ciento de su consumo total. En algunas viviendas, el consumo de estos aparatos en stand-by o espera puede llegar a sumar el diez por ciento del consumo del hogar. Si colocamos una regleta con interruptor para cortar totalmente la corriente que les llega podemos reducir 39 kilogramos de CO2 al año.
3. Busca electrodomésticos eficientes
Escoger un electrodoméstico eficiente es sinónimo de ahorro. Después de diez años, período que equivale al tiempo de vida de cualquier electrodoméstico, habremos ahorrado un 74.7 por ciento del consumo eléctrico total con respecto al consumo de un electrodoméstico no eficiente.
4. ¡Que rindan!
Podemos mejorar la eficiencia de nuestros electrodomésticos con un uso que aumente su rendimiento. Por ejemplo, si colocamos el refrigerador en un lugar fresco se ahorra hasta 150 kilogramos CO2 al año. No abrir la nevera más de lo necesario o no introducir alimentos calientes son otros consejos para reducir el consumo eléctrico.
5. No dejes la plancha encendida
Una hora de plancha equivale a 20 horas de televisión o a siete de ordenador. Intenta planchar grandes cantidades de ropa y apágala si no la estás utilizando.
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