- Los asuntos de sueño son complicados y pueden tener múltiples causas
1. Mantén una hora regular de acostarse y levantarse.
El reloj biológico de tu hijo tiene una influencia muy grande en su hora de despertarse y hora de levantarse. Cuando estableces una hora fija para ir a la cama y despertarse, también estableces el reloj de tu hijo con el fin de que comience a trabajar gradualmente. Los niños más pequeños responden mejor si se les acuesta entre las 7:30 y 8:30 p.m.
2. Motiva las siestas regulares.
A un niño muy energético le puede resultar difícil pasar todo el día sin tener descanso. Un niño que pasa el día sin siestas frecuentemente puede despertarse alegre y progresivamente ponerse molesto o demasiado alerta a medida que el día pasa.
3. Establece su reloj biológico.
Toma ventaja de la biología de tu hijo para que realmente se sienta cansado cuando llegue la hora de dormir. La oscuridad causa un incremento en la liberación de la hormona del sueño el botón biológico de detener. Puedes alinear la hora de dormir a los horarios de tu hijo bajando las luces una hora antes de ir a la cama. Al exponer a tu hijo a la luz de la mañana, le estás presionando el botón de encendido en su cerebro, un botón que dice Hora de levantarse y estar activo, así que mantén tus mañanas muy luminosas.
4. ambiente para dormir.
El lugar donde duerme tu niño puede ser una clave para lograr un sueño de calidad. Asegúrate de que el colchón sea cómodo, la cobija cálida, la temperatura de la habitación sea la adecuada, la pijama sea cómoda y la habitación esté acondicionada.
5. Enseña a tu hijo a relajarse.
Muchos niños cuando van a la cama no están seguros qué deben hacer en ese momento. Puede ayudar seguir una rutina suave antes de la hora de dormir. Un buen ritual presueño es contarle un cuento. Un niño que está escuchando a su papá o mamá leer un cuento o contar una historia se mantendrá fácilmente tendido y escuchando. Esta quietud le permite quedarse dormido.
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