- Al cumplirse los objetivos de corto plazo se consigue un sentido de satisfacción y éxito, lo que dará energías para continuar con nuevos retos
Sustituya el azúcar por edulcorante (sustituto de azúcar).
Sustituya el queso seco por quesillo o queso mozarella.
Tome leche descremada en vez de leche entera.
Meriende con frutas frescas en lugar de frescos o jugos.
Consuma cereales y panes integrales en lugar de refinados.
Evite alimentos fritos.
Use yogur natural en lugar de crema o mayonesa.
No suprima ningún tiempo de comida, especialmente el desayuno.
Consuma muchos vegetales verdes en ensaladas sin aderezos blancos o cremosos.
Tome de 10 a 12 vasos de agua diariamente.
Cada mes tiene sus características climáticas o festivas, el mes de enero se identifica como el mes de nuevos propósitos, dejar de fumar, visitar periódicamente a los amigos, aminorar el estrés, hacer ejercicio, bajar de peso, controlar la diabetes, la hipertensión, o las elevaciones de colesterol y triglicéridos en la sangre.
Muchas veces, los buenos propósitos de enero no caen en saco roto y se logra que un tanto por ciento (aunque sea pequeño) de gente deje de fumar, que se alimente mejor, esté más contenta consigo misma, tenga menos estrés, o lleve una vida un poco más sana.
Otras veces se inventan las excusas más inverosímiles para no cumplirlos: que dejar de fumar les engorda y les pone nerviosos y entonces tienen que volver a fumar, o que no tienen tiempo para hacer ejercicio o deporte…
Este artículo tiene como objetivo ayudarle a cumplir con lo que se propone, usaremos como ejemplo el propósito de bajar de peso o hacer más ejercicio.
Dos condiciones se requieren, la primera, comprometerse con lo propuesto, y la segunda, establecer metas alcanzables, fáciles de cumplir en un corto plazo.
Si el propósito es hacer más ejercicio, puede iniciar caminando dos veces por semana durante 30 minutos, durante el mes de enero, en lugar de proponerse que voy a caminar 1 hora 6 veces por semana quizás la meta sea: al finalizar la mitad del año estaré caminando seis veces por semana durante una hora diaria, sin embargo, para quien no está acostumbrado a caminar y a levantarse mas temprano, es mejor que inicie paulatinamente. Al término del mes se establece una nueva meta para el siguiente mes, y así sucesivamente.
Hay que asegurarse de que la meta no sea excesiva, pues en poco tiempo se convertirá en una carga difícil de realizar, lo que llevará a desistir en el propósito, en cambio, al cumplirse los objetivos de corto plazo se consigue un sentido de satisfacción y éxito, lo que dará energías para continuar con nuevos retos. Hay que recordar que los cambios no son fáciles de lograr y se requiere esfuerzo y constancia.
Si el propósito es perder peso, es recomendable usar el mismo sistema: establecer un número de libras que se desea perder en el primer mes y tras cumplir la meta, proponerse otra para el siguiente. También es recomendable pesarse un día a la semana y anotar el peso, para compararlo con la siguiente semana, y al final del mes hacer una evaluación del propósito inicial. Para lograr la pérdida de peso, será necesario revisar el consumo de alimentos y detectar modificaciones requeridas de algunos hábitos alimentarios y de actividad física, una nutricionista puede ayudarle. Más que una dieta, debemos verlo como cambio en el estilo de vida.
La autora es Martha Justina González. Dietista, Maestría en Nutrición Aplicada. www.nutricionvidasaludable.com