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Hay un tesoro nutricional cultivado en Nicaragua que pocas personas aprecian y que hasta ahora tampoco no he discutido en mi columna de nutrición la semilla de ajonjolí. Además de ser nutritiva, la gran parte de la producción de ajonjolí en Nicaragua es orgánica, dándole aún más valor en su dieta cotidiana.
En sólo un cuarto de una taza, con sólo 200 calorías, usted recibe 35 por ciento de su requisito cotidiano de calcio, casi 75 por ciento de cobre y 32 por ciento de magnesio; además de cantidades significativas de hierro, potasio, zinc y vitamina E. Su contenido de calcio es tan alto que le ayuda a proteger la densidad de sus huesos.
Además la semilla contiene dos sustancias importantes que son miembros del grupo de lignanos. Las sustancias son sesamin y sesamolin, importantes porque bajan los niveles de colesterol y ayudan a prevenir la presión alta. Sesamin ha sido investigado por su potencial de ser un protector del hígado contra los efectos de la oxidación hepática. Las semillas son pequeñas, con un sabor parecido a las nueces.
Su contenido de aceite es alto y resistente a la oxidación. La semilla de ajonjolí es el ingrediente principal en el tahini, una pasta servida en Ola Verde y que se puede hacer en casa también. La semilla de ajonjolí es beneficiosa, barata, un producto nacional y muchas veces de la producción orgánica. Además del tahini, la semilla de ajonjolí es útil en ensaladas y para empanizar pescado o pollo. Y su aceite puede ser un ingrediente delicioso en sus aderezos para sus ensaladas.
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