Enrique Moncada aún recuerda el vestido rosado que Hellen llevaba hace 22 años cuando se conocieron en una fiesta de su hermana. El noviazgo sólo duró seis meses; al inicio Enrique no sabía si dar el paso al matrimonio o terminar el noviazgo, debido a que él es mayor 20 años que Hellen, él pensó que ella no era la indicada para formar un hogar, pero la madurez y el orden de Hellen lo ayudó a decidirse.
Hellen y Enrique señalan que como en todo matrimonio han tenido desavenencias, pero lo importante es hablar. Los principales problemas de la pareja Moncada Hernández han sido que ella es muy ordenada, en cambio él es un poco más relajado. Los celos son algo que nunca ha inquietado a esta pareja a pesar de la diferencia de edad, ya que cada uno ha sabido respetar el espacio del otro.
¡Qué continúe el amor!
Doña Hellen afirma que se casó enamorada y sigue enamorada y ésa es una de las claves para que un matrimonio sea duradero. Añade que don Enrique la enamoró con detalles y afirma que aún sigue siendo detallista… Él interrumpe y dice: las rosas rojas le encantan.
Lo importante que ha pasado con nosotros es que nos casamos enamorados y cuando uno está enamorado el amor soporta todo, cuando uno se divorcia es porque el amor se acaba, señala doña Hellen.
Otro punto para mantener un matrimonio, según la pareja Moncada Hernández, es la union familiar. Siempre hay oportunidades para platicar y mantener la unión familiar, los hijos cuando son grandes ayudan mucho en la relación, nos hacen ver en qué estamos fallando, ahora ellos son los pie de amigos para volvernos a enderezar, dice doña Hellen.
En los matrimonios siempre hay dificultades, el que dice lo contrario es mentiroso, pero hablando con compresión y amor se entiende, incluso en el calor de la discusión puede llegar a decir terminemos, pero luego con la cabeza fría y las aguas calmas, se platica, concluye don Enrique.