Es Oviedo quien testifica sobre este hecho y lo hace como testigo presencial de la ejecución sucedida un día martes 16 de junio de 1528 y conocida como el aperreamiento de los caciques, por el método usado.
Sin embargo, antes de citar a Oviedo sobre lo sucedido en León, cabe citarlo para explicar qué es el aperreamiento: Ha de entender el lector que aperrear es hacer que perros le comiesen o matasen, despedazando al indio, porque los conquistadores en Indias siempre han usado en la guerra traer lebreles y perros bravos y denodados…
Ahora bien, pasemos a leer parte del testimonio del aperreamiento en León aquel 16 de junio del año 1528, con lo que Pedrarias pasó a la historia como cruel y vengativo.
Y un martes 16 de junio de aquel año, en la plaza de León, los ajusticiaron de esta manera: que le daban al indio un palo que tuviese en la mano y decíanle con la lengua o intérprete que se defendiese de los perros y los matase él a palos, y a cada indio se echaban cinco o seis perros cachorros (por experimentarlos sus dueños en esas monterías) y como eran canes nuevos andaban en torno del indio ladrándole y él daba algún coscorrón a alguno. Y cuando a él le parecía que los tenía vencidos con su palo, soltaban un perro o dos de los lebreles y alanos diestros, que presto daban con el indio en tierra y cargaban los demás y lo desollaban y destripaban y comían de él lo que querían.
Tomado del artículo La Resistencia Indígena Contra el Gobierno de Pedrarias Dávila (1527 1531) A 483 Años de la Resistencia de Diriangén. Ensayo de Clemente Guido Martínez.