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Detalle de la escultura a la resistencia indígena. (LA PRENSA /M. Matute)

La huida de la ciudad

Algunos factores que intervinieron para que sus pobladores abandonaran León Viejo Entre los varios factores que prepararon el ánimo de los habitantes de León Viejo para que tomaran la determinación de abandonar la ciudad sobresalen, principalmente, los movimientos telúricos, el clima excesivamente caluroso de la región costera del Xolotlán y la insalubridad de sus costas. […]

  • Algunos factores que intervinieron para que sus pobladores abandonaran León Viejo

Entre los varios factores que prepararon el ánimo de los habitantes de León Viejo para que tomaran la determinación de abandonar la ciudad sobresalen, principalmente, los movimientos telúricos, el clima excesivamente caluroso de la región costera del Xolotlán y la insalubridad de sus costas. Las malas aguas que circundan las mismas y continua actividad de los volcanes vecinos con sus distintas manifestaciones destructivas como el lanzamiento de las arenas y lava en estado ígneo por los aires y los temblores persistentes y violentos que en distintas épocas de su historia siempre se hicieron sentir hasta culminar en los dos últimos terremotos de 1594 y el más fuerte de 1610.

En segundo lugar podemos señalar los factores geográficos, tales como la distancia (que en aquella época era tenida por muy considerable), que había entre la ciudad y las costas del mar, lo que dificultaba el transporte de los productos de exportación e importación y lo alejada que se encontraba su población de las líneas generales del comercio inter regional con el consiguiente perjuicio para el desarrollo de las actividades económicas y culturales.

Por último, podemos citar en tercer lugar el factor o elemento sicológico que se hizo presente a partir de mediados del siglo XVI con la trágica muerte del obispo Valdivieso y que consistía en la creencia lógica de comprender en una sociedad medieval y profundamente católica y fatalista, de que tal acontecimiento traería la desgracia eterna sobre la ciudad, aunque no hayan sido realmente sus vecinos los causantes de aquel hecho reprobable.

Cabe hacer notar que este último factor no fue totalmente determinante pues, en lo general, los conquistadores y primeros pobladores tuvieron poco respeto de las cosas divinas, probablemente como consecuencia de los muchos antagonismos que tuvieron con sus representantes que se ocupaban más de las cosas temporales que de las del espíritu. No resulta sobrancero recordar que en tiempos de Contreras, en León se decía que para estar a la moda era preciso estar excomulgado seguramente para imitar a Don Rodrigo y las principales autoridades de la Provincia que sufrían (no con mucho dolor ni muestras de arrepentimiento) dicho castigo.

Los primeros factores, o sea, los telúricos se puede decir existieron desde el mismo momento en que se inició la vida de la ciudad y, los segundos, que fueron fijados desde que se decidió fundarla en aquel lugar, habiendo empeorado considerablemente al perder la Provincia su salida al Mar del Norte y desarrollarse nuevos centros urbanos y políticos en las otras provincias vecinas. En cuanto a los terceros, como ya dijimos, tuvieron su origen a mediados del siglo y fueron consecuencia de la acción ciega y apasionada de las ambiciones humanas.

Sin embargo, creemos que de todos los elementos enumerados fueron los telúricos los que principalmente promovieron el cambio de asiento de la Ciudad y entre dichos factores telúricos fueron las actividades volcánicas las que ocuparon el lugar más determinante.

(Tomado de Historia de León Viejo, por Alfonso Argüello, págs. 165-166-167)

La Prensa Literaria

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