Jamás creí
que volveríamos
a encontrarnos.
Tu viaje abrupto
a otras tierras
presagió el naufragio.
Nunca recibí
ni siquiera una línea.
Me olvidé de ti.
Me sorprendió
tu llamada.
Saber que estabas
de vuelta.
Contrario a los deseos
de tus padres
intentabas de nuevo
volver a mis brazos
de donde
te arrebataron
creyendo torcer
el rumbo a tu destino.
Pero fuiste
vos y no ellos
con tu silencio
quien apagó
las llamas
de aquel corazón
reverberante.
Imposible
aunque
te lo propongas,
no puedo regresar
a tus brazos.
¡Un nuevo amor
empolla mi nido!