Korvatonturi
la montaña donde vive Santa Claus
(les contestan a los niños del correo de Helsinki)
y yo anduve cerca
el Círculo Polar Ártico
tierra llena de arbolitos de Navidad
invitado por la ministra de Cultura
yo también ministro entonces a ver
el sol de medianoche
el 23 de junio.
El lugar de Finlandia más al norte
adonde se puede ir en avión
y después en auto
y después por un lago plateado
sin ningún habitante
hasta el sitio de reunión
de lapones con sus renos.
El lago plateado por el sol de las ocho de la noche
como el de las 3 de la tarde de mi tierra.
El cielo azul se veía más bajo
y las nubes en él más bajas
que en mi tierra.
¡Y los zancudos!
¡Ninguna comparación
entre los zancudos del trópico
en cantidad y voracidad
y los del ártico!
Sobre una alta roca
la silueta solitaria
de un reno.
Los lapones
tienen 1,000 palabras para el reno
reno macho, reno pequeño
reno pequeño macho, reno pequeño hembra
pero en finlandés sólo hay 10.
El sol de medianoche
o la noche sin oscuridad
Éste es el día de 24 horas de luz
(en el polo son 6 meses)
y el día de la reunión de renos
en una inmensa área deshabitada
para ser marcados por sus dueños
los nacidos ese año.
Con una avioneta vieja
arriados los renos.
Los renos con sus ramas
su ramazón
como con palos secos en la cabeza.
Los renos reunidos en un corral
corriendo
cuernos chocando contra cuernos
en apiñado rebaño
todos con balidos suaves de niños
y los chiquitos en aquel tumulto
perdiendo a sus madres
y otra vez encontrándolas
al olerlas
y volviéndolas a perder.
Vastedad infinita de coníferas chiquitas
de un verde triste
en la luz melancólica del crepúsculo.
Pero con coloridos vestidos los lapones
los niños como príncipes.
Nos habían hecho una tienda de piel de reno
para pasar la noche
el piso de tierra cubierto de ramitas.
Afuera una hoguera
en que asábamos trocitos de reno seco
ensartados en ramitas de abeto
y que comíamos quemándonos las manos.
Un viejo lapón
como un indio miskito
le dijo a la ministra me dijo ella
que se quería acostar con ella
(no sabía que ella era ministra)
El sol rojo no se hundió
totalmente
en el horizonte.
Bebíamos una bebida alcohólica
que no sé qué era.
Decir con las cosas no con ideas
decía William C. Williams.
Del viaje a aquel día sin noche
son estas cosas.