14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Silva coloquial

Es don Fernando Silva (Granada, 1927), un cuentista, un narrador coloquial, muy nica, quien continúa escribiendo y ahora también dibujando sin pérdida de tiempo, con palabras y trazos, el agua y el viento, las costumbres y la gente, bordeando el lago y el río, navegando, pescando, platicando, charlando en una lancha, en la calle y […]

Es don Fernando Silva (Granada, 1927), un cuentista, un narrador coloquial, muy nica, quien continúa escribiendo y ahora también dibujando sin pérdida de tiempo, con palabras y trazos, el agua y el viento, las costumbres y la gente, bordeando el lago y el río, navegando, pescando, platicando, charlando en una lancha, en la calle y en un bajareque… Arría el ganado, levanta la cosecha y se cuela entre los decires del pueblo, repitiendo sus malas palabras y sus elocuencias. Fue, como ya lo he confesado antes, el autor de dos de mis primeras lecturas escolares: De tierra y agua y El Comandante, de donde me despertó inquietudes, la imaginación sobre escenarios rurales, en ese tiempo para mí desconocidos, los vericuetos del lenguaje y sus figuras, los nicaragüensismos y la grandeza de la sencillez de la rutina platicada con fluida naturalidad.

Nuevamente, el incansable y persistente don Fernando Silva, poeta y doctor, maestro y escritor, oídor y lector, publica, por no dejar, 9 cuentos, eso, sobre lo que cuenta, como escribe en Boca de Sábalos, uno de sus breves narraciones incluidas, “Eso que está viendo es la vida… esa vida pues que ahí va y que por eso. Pues, cada uno tiene su historia”. Y él, las tiene, le sobran, por la intensidad y extensión de sus años, por la pulcritud de la mano que vibra cuando don Fernando se inclina sobre el papel en blanco que espera ansioso ser llenado de signos, palabras y líneas, que van dibujando poco a poco escenarios, vivencias, sabores… Las cosas, dice en “Lo mal habido”, “son como las frutas, unas están verdes, mientras otras maduras ya están podridas”, unas ideas están listas para salir, otras ya han salido, las nuevas esperan su turno, para ser masticadas en el texto, que siempre luce joven, fresco y saludable.

El horizonte pasado se asoma, por delante, otro se extiende; la memoria despierta recreada en el presente, se reinventa… un olorcito a tierra mojada, a algas de río y sopa de pescado con trozos de plátano para que el caldo agarre cuerpo, el sudor por la humedad tropical y ese sonido, el alegre pillar que distrae cuando los pájaros silvestres y libres, saltan a través de las páginas que van quedando y saliendo…

La Prensa Literaria

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí