(Claroscuro)
Con ojos ardientes gira alrededor de los libros. Huele, intenta mordiscos, parece querer leer; cualesquiera diría, un lector apasionado. Pero empresa tal, ímproba, la desvían hacia un lecho sin apenas calor humano, ya sin durmiente. Parece entender y salta a su rincón a enrosquillarse, dejando, sólo, ver la rojez de sus ojos.
marzo 2008
Disyunción con mito
Aún ahora y durante toda la duración
del tiempo, recordarás
con firmeza: en materia de Eros,
cada quien tiene sus dioses,
por su cuenta.
1976