- Un recorrido por el ballet nacional y sus principales protagonistas, grupos y maestros
El primer ballet que se presentó en Nicaragua fue el Ballet Clásico de Guatemala, un 31 de octubre de 1970, en la Sala Mayor del Teatro Nacional Rubén Darío, que estaba recién inaugurado el año anterior. Dos años más tarde se presentó el primer ballet europeo, nada menos que el Ballet Real de Londres, cerrando en diciembre de ese año el Gran Ballet Clásico de Francia.
A partir de la inauguración del Teatro Nacional Rubén Darío, considerado uno de los mejores teatros de América Latina, se han presentado las más grandes compañías de ballet del mundo: el Ballet Stanisvlaski de Moscú con una extraordinaria puesta en escena de Carmen; el Ballet Hartford de Estados Unidos; el Ballet Nacional de Cuba que celebró los 60 años triunfales de Alicia Alonso, con la puesta de El lago de los cisnes; y qué decir de la calidad de las estrellas del Ballet de Kiev y los solistas del Teatro Bolshoí de Moscú.
La Escuela Nacional de Ballet de Nicaragua
Mucho antes que existiera el Teatro Rubén Darío; dos maestras del ballet, María Antonieta Sierro y Lilliam Moliere, tenían su propia escuela de ballet clásico en Managua. Escuelas privadas, que tenían como objetivo brindar una preparación artística y expresivas a un grupo selecto de nuestra sociedad, impartiendo también clases en colegios religiosos como el Teresiano o el Divino Pastor.
La que tiene el mérito de fundar la primera escuela de ballet clásico en Nicaragua es Ana Amalia Sierra, que lo hace con apoyo del Instituto Nicaragüense de Cultura en 1988; contando además con la asesoría técnica y metodológica de la escuela cubana de ballet, que está entre las mejores del mundo. Esta escuela funcionaba por la mañana en piso alto del Teatro Rubén Darío, donde los alumnos cumplían todo un pénsum académico que iba desde historia del arte hasta folclor nacional.
Al trabajo de Ana Amalia Sierra se une la fecunda labor de Conny Villegas, que sin ser bailarina, ha dado su vida por la existencia del ballet en Nicaragua. La dedicación de estas dos mujeres logra que en 1994 y 1995, la Escuela Nacional de Ballet de Nicaragua ganara consecutivamente el trofeo a la mejor escuela del área centroamericana y medallas de oro, plata y bronce a sus mejores alumnos, logrando ubicar a nuestro país a la cabeza de las escuelas de ballet de la región.
En 1996 logra graduar sus primeros bailarines profesionales, manteniendo su trabajo hasta 1999, año en que fue clausurada. A partir del 2000 la compañía de Ballet de Nicaragua retoma el trabajo de la escuela en la formación de nuevos alumnos con el auspicio de la Asociación de Artistas de la Danza; de nuevo en el 2002 la asume el Instituto Nicaragüense de la Cultura.
Por razones de índole económica y de poca comprensión a este esfuerzo, la escuela se independiza de esta institución, con la clara decisión de acelerar y estabilizar la enseñanza profesional de bailarines clásicos, sin desligar la enseñanza del folclor nacional y otros géneros danzarios como asignaturas complementarias a la formación integral de sus alumnos.
William Herrera dirige la Academia y es egresado de la Escuela Nacional de Ballet en 1996. Actualmente es profesor y coreógrafo nacional de la compañía de Ballet de Nicaragua, de Danza Contemporánea Universitaria de la UNAN, catedrático de Técnica Clásica en la carrera de licenciatura en Danza de la UNAN-Managua y director del Ballet folclórico Quetzatlnáhuatl. Conny Villegas es licenciada en Artes y Letras de la UCA, subdirectora de la compañía y profesora de Historia de la Danza. Ambos son los gestores y organizadores de la VI Gala Internacional de Ballet Clásico.
VI Gala en homenaje a Ana Amalia Sierra
La VI Gala Internacional de Ballet es dedicada a Ana Amalia Sierra, por ser la fundadora de la primera escuela nacional de ballet y pionera del ballet clásico profesional en Nicaragua. Esta insigne maestra inició sus estudios de ballet con la maestra argentina Alcira Alonso en la Escuela Nacional de Bellas Artes, fundada por el maestro Rodrigo Peñalba, así como cursó estudios en México, El Salvador y Cuba.
Ha participado como jurado internacional en Perú, El Salvador, Panamá y Nicaragua; invitada como profesora por la escuela de ballet de Coyoacán, México y por Alicia Alonso a festivales de ballet en Cuba. Por su magnífica labor artística y su aporte a la cultura y su capacidad de trabajo por más de 40 años ha recibido diferentes reconocimientos: Orden de la Independencia Cultural Rubén Darío, trofeo por la Excelencia Cultural del Teatro Nacional Rubén Darío y la Asociación de Artistas de la Danza le dedicó el XIII Festival Internacional de Danza Contemporánea
El INC y el ballet
Si el Instituto Nicaragüense de Cultura promovió la fundación de la Escuela Nacional de Ballet en 1998, su mayor auge en la promoción de este arte fue bajo la dirección de Gladys Ramírez de Espinoza y Rosa Bernheim como directora del Teatro Rubén Darío, prueba de esto es la producción con fondos del teatro, del Pájaro Azul, con los mejores artistas y alumnos del ballet nacional.
En las dos administraciones liberales, la de Clemente Guido, clausuró la escuela por considerarla, según palabras de William Herrera, que en Nicaragua el ballet clásico no era una tradición y que se debía de promover más lo nicaragüense. Y Napoleón Chow no apoyó al ballet por su administración que pasó sin pena ni gloria .
Luis Morales Alonso, actual director del INC, no sólo brindó un invaluable apoyo a la Gala Internacional de Ballet, junto con el Teatro Nacional Rubén Darío, sino que propone la reapertura de la Escuela Nacional de Ballet, cuya sede será el Teatro Rubén Darío.
Morales afirmó que el ballet es cultura universal y que una de las políticas culturales del INC es promover el arte universal, de donde se nutre nuestro espíritu nacional. Por eso el INC está abriendo posibilidades para que todos los nicaragüenses vayan accediendo a la apreciación y conocimiento de todas las corrientes del pensamiento, la literatura, las artes y la cultura universal como es el ballet.
VI Gala Internacional de Ballet Clásico
La VI Gala Internacional de Ballet tuvo como sede el Teatro Nacional Rubén Darío y el Teatro Municipal José de la Cruz Mena, de León. Participaron los grupos: Danza de Honduras, Compañía de Cámara Atelier, Ballet Danse de Etoilés, y Ballet Juvenil Costarricense de Costa Rica, el Ballet Nacional de Panamá, el Ballet de México y el Ballet Camagüey de Cuba.
A nivel técnico y artístico, la Escuela de Ballet de Nicaragua y la gala misma han madurado, sobre todo en la interpretación del argumento narrativo, como en Carmen del Ballet de Nicaragua y La dama de las Camelias del Ballet de El Salvador. A nivel general se logró una interpretación visual de la música y por ende más plástica y expresiva. Otro logro es que la gala dejó de ser centroamericana para ser internacional.
El principal sueño de William Herrera y Conny Villegas es que la escuela de ballet cuente con un presupuesto como lo tiene la escuela de ballet de Cuba y El Salvador. Si nuestro ballet tiene calidad interpretativa, le faltan recursos económicos que permitirían realizar proyectos más audaces en sus coreografías y lo merece, porque es con orgullo y mucho trabajo técnico y académico una de las mejores de Centroamérica.