- Una muestra de las pinturas de Ricardo Maya que abrazan la teoría del creacionismo judaico e hundú
Según algunas teorías astronómicas, el Big Bang es el gran estallido y es el instante que de la nada surge toda la materia, o sea, nace el Universo. Siendo la materia antes del gran estallido un punto de densidad infinita que al explotar se transforma expandiendo la materia en todas las direcciones y creando el Universo que conocemos.
La materia lanzada en todas las direcciones por la explosión primordial está constituida exclusivamente por partículas elementales: electrones, positrones, mesones, bariones, neutrinos, fotones, hasta más de 89 partículas conocidas hoy en día. Cálculos más recientes indican que el hidrógeno y el helio habrían sido los productos primarios del Big Bang, y los elementos más pesados se produjeron más tarde, dentro de las estrellas. A causa de su elevadísima densidad, la materia existente en los primeros momentos del Universo se expandió con rapidez. Al expandirse, el helio y el hidrógeno se enfriaron y se condensaron en estrellas y en galaxias, y esto explica la aparición del Universo. Ante la más reciente exposición del artista cubano Ricardo Maya, nos enfrentamos al dilema de entender las razones por las cuales el pintor se compromete con un significado de grandes profundidades, como el hecho de nombrar su exposición pictórica, con el nombre del Big Bang o utilizar de fundamento o tema el núcleo primordial, que de acuerdo con la teoría que hemos citado textualmente al iniciar este texto, es el origen del universo y tiene que ver con temas relativos al sistema solar, a los agujeros negros, al origen de la vida, a las galaxias, a la evolución y a la teoría creacionista. A los elementos primigenios livianos y sus posteriores pesados que posibilitaron la aparición del firmamento.
¿Dónde está la relación entre esta pintura y el nombre que ha escogido? ¿Es una estratagema para confundirnos o es una señal para que encontremos el camino hacia la comprensión del sentido profundo de su obra abstracta? ¿Acaso pretende hacernos creer que ha descubierto el enigma del origen de la vorágine astral?
O es que su instinto y espíritu creativo guiados por el recuerdo de su mundo gestativo, de sus aguas de placenta, de vientre acuoso, de cordón umbilical y ombligo posterior, más sus lecturas y fantasías infantiles, sus películas recientes y la materialización de experimentaciones materiales modernizantes, le han llevado a imaginar un caos organizador de nuevos mundos, de nuevos ángulos, de espacios volátiles, etéreos, densos y livianos a la vez, con atmósferas de distintos planos, donde flotan sin sujeción a nada y de la nada, formas simples y tridimensionales, de cubos, esferas, planos, pero fundamentalmente líneas.
Quizás así se imagina el comienzo de la vida. ¡Qué complejos que son a veces los artistas!, atrevidos de la visión. Recuerden el caos aparente del Bosco, de un mundo lleno de figuras inimaginables, acá con Maya son las formas las que se aparecen como incomprensibles en la maraña de lo abstracto.
¿Habrá sido así el comienzo de las cosas? ¿La estructura de los elementos diversos en composición y sustancia? ¿Habrán tenido color? ¿Los fotones como materia habrían desde el principio dado diferente brillo a las cosas?
O prevalece la presencia de la materia invisible, la materia oscura dentro de cada cúmulo cuando se estaban formando las primeras cosas amorfas pero con estructura, y Ricardo Maya quiso darnos su versión de ese gran giro, de esa gran hecatombe y se la imaginó como en cada una de sus obras, con mucho color y no oscuras, con formas diversas incluso las angulares a diferencia de las masas que suponemos son los neutrones y protones que estudiamos en las aulas de secundaria o universitarias.
Pero dejémonos de elucubraciones tan abstractas como la obra del pintor cubano y que sea él quien nos sitúe en esta parte del universo mostrándonos las motivaciones de su obra, y también sus técnicas y luego pasemos todos a imaginarnos como puedo haber sido el comienzo de todo, sin ofender a quienes abrazan la teoría del creacionismo judaico, hindú, mahometano, sintoísta, etcétera, bienvenida a Ricardo Maya y su Big Bang color expuesta en la Casa de los Leones de Granada, Nicaragua, desde finales de agosto.