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La estética popular y urbana se manifiesta a través de la xilografía. LA PRENSA/ O. MIRANDA

La poética de la violencia

Una muestra del grupo La Torana, instalaciones, grabados, dibujos y ensambles, que sugieren marginalidad urbana, juegos prohibidos y reflexiones sobre la violencia, el sexo y la religión. La Torana, grupo de jóvenes artistas guatemaltecos que exponen su arte en galería Códice, surge a inicios del siglo XXI y se reconstruye sobre las secuelas de conflictos […]

  • Una muestra del grupo La Torana, instalaciones, grabados, dibujos y ensambles, que sugieren marginalidad urbana, juegos prohibidos y reflexiones sobre la violencia, el sexo y la religión.

La Torana, grupo de jóvenes artistas guatemaltecos que exponen su arte en galería Códice, surge a inicios del siglo XXI y se reconstruye sobre las secuelas de conflictos sociales. Un grupo que toma de partida “la poética de la violencia” y no, lo político de la violencia.

“Una muestra que intenta rescatar algunos símbolos de la urbanidad marginal”, dice Marlov Barrios, un joven de 28 años que busca a través del grabado reunir las piezas de la iconografía popular.

“La estética popular y urbana se manifiesta a través de la xilografía, el grabado y las imágenes digitalizadas, donde se recrean los símbolos de la ciudad, y a la vez se refleja lo marginal de la sociedad moderna, que tiene una relación cercana con la violencia”, asiente Barrios, que expone una serie de grabados referentes al medio.

Plinio Villagrán juega en esta expo con “lo prohibido”, máquinas de juegos, en ellas se reúne el azar y lo sexual.

“Dos máquinas traganíqueles, ‘Vulva infernum’ y ‘Dominus salvador’ están a disposición del observador. Las figuras de limones y campanas son sustituidas por escenas del infierno o cielo, el diablo o Cristo, la imagen de las piernas abiertas de una mujer, junto a una Virgen”, comenta el crítico Miguel Flores Castellanos, al referirse a esta serie de objetos prohibidos.

No obstante, Villagrán cambia la significación de los objetos-juguetes provocando en una serie de esculturas una composición transgresora las imágenes de las ánimas del purgatorio que descansan, cuya base son las granadas de manos.

Entre tanto Erick Menchú enfoca sus grabados en agua tinta en una serie Los 7 pecados capitales, esta vez aborda el tema de la vanidad en hombres y mujeres, visto como (hombres-árboles) de troncos secos y envejecidos por el tiempo. Menchú también juega con las escuadras usadas por los arquitectos y les imprime una función lúdica.

Norman Morales, de 29 años, artista autodidacta, presenta grabados digitalizados sobre papel, que aluden a los órganos del cuerpo humano y luego en material de corcho son presentados en torsos a manera de escultura sobre la pared.

También forman parte de la muestra tres grabados de Josué Romero que aluden al poder militar, y la corona en uno de los extremos del cuadro es referencia al colonialismo europeo y los juegos con el dinero, la cultura militar y patriarcal.

La Torana, a través de su trayectoria recupera esas manifestaciones populares, la urbanidad, la marginalidad y el poder como formas de conflictos sociales sin resolver hasta ahora, pero tocados con ironía.

La Prensa Literaria

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