14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Ángeles perturbadores. Omar D’león.

Acuso de recibo

Hice lo que me mandaste. Seguí al pie tus instrucciones. Primero pasé de lejos. La casa es otra, otra la calle. Altos muros cierran la vista al patio. Los árboles fueron decapitados. La gente mudó de vecindario. La acera estrecha frente a la puerta donde nos encandilábamos fue amortajada por la guillotina. Ya nada queda […]

Hice lo que me mandaste.

Seguí al pie tus instrucciones.

Primero pasé de lejos.

La casa es otra,

otra la calle.

Altos muros cierran la vista al patio.

Los árboles fueron decapitados.

La gente mudó de vecindario.

La acera estrecha frente a la puerta

donde nos encandilábamos

fue amortajada por la guillotina.

Ya nada queda

excepto tu juventud imperturbable,

tu pelo suelto desafiando el viento,

tus largas manos experimentadas

burlando la mirada de tus padres,

tensando mi cuerpo,

conduciéndome de nuevo al paraíso.

En un silencio de vida

el acto quedaba consumado.

Eso el tiempo no ha podido borrarlo.

Continúa intacto. Acuso recibo.

¡Lo viví de nuevo como la primera vez!

La Prensa Literaria

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí