- A Mario Benedetti
Hoy, Don Mario,
murieron muchas hojas
de muchos árboles
que algún día le dieron sombra
y suave consuelo,
murieron muchas melodías
de muchas canciones
que algún día le dieron voz,
le dieron tono, le dieron vuelo,
murieron muchas lecturas
de muchos autores
que usted inspiró algún día.
Hoy murió todo eso, Don Mario,
menos las hojas que nacían entre su pelo
y los tallos que emergían de sus bigotes
mientras le crecía una sombra
en su semblante sincero.
Nos quedan las melodías de sus estrofas
como mujeres rítmicas del pueblo,
nos quedan las canciones de sus poemas
como textos cotidianos
sobre la vida, el amor y la muerte
que nos envuelve con su misterio,
nos quedan las lecturas constantes
de sus hallazgos y sus creaciones
porque usted, Don Mario, hoy,
día 17 del quinto mes del año
soltó su arpa para unirse al cielo.
Mayo, 2009.