Te estoy debiendo madre una canción
más no una que te aclame pura y santa
ni lastrada de manidas alabanzas
ni de altares que suplanten la emoción.
Te estoy debiendo madre una canción
que lleva años germinándome en el pecho
que me desgarra la garganta y va al acecho
de la palabra que conjugue alma y razón.
Te estoy debiendo madre una canción
que no maquille tus defectos y virtudes
pues de la humana condición las altitudes
y las flaquezas conoció tu corazón.
Te entrego esta canción con alegría
porque tu amor no fue un rosario de palabras
si no el combate fervoroso que librabas
para forjarlo con tus actos cada día.
Te estoy debiendo madre una canción
en que no quepan falsedad y cursilería
una canción que sea un himno de alegría
y siendo un himno también sea una oración.
Amo el barro perfectible que te forma
amo tus lágrimas, enojos y plegarias
amo tus manos callosas, solidarias
amo tu amor que me redime y me transforma.
Monte Tabor. Mayo 2009