Está muy viejo
y se dobla al caminar.
Un laberinto de arrugas
Profundas y violentas
Le dibujan la cara. Cuando
Saluda expone su miseria
Atesorada a fuerza de honradez.
Fue un explotado. Sus mejillas
Hendidas por el viento
Palpitan. La soledad
Le engendró resignación
Y silencio.
Es un héroe anónimo
Por supuesto.
Luchó en nuestras viejas guerras,
Sin saber cuál era su bandera,
Ni cuál bandera tenía la razón.
Los ojos se le iluminan
Mostrando una cicatriz.
Morirá de pie, con la mano
Sobre el viejo serrucho, empuñado
Como un fusil.
Volvernos una sola brisa
Fernando López Gutiérrez
Como en la hondonada y el valle
te recorre un río brioso
desde las alturas del vientre cálido
sembrando de púbica arboleda
Verde
el hueco vital de tus entrañas.
Tus tersas piernas
como laderas límpidas
percusionan, se tensan,
Se agitan
Ven con calma pero de prisa
aquí te espero cual mar ansioso
para volvernos una sola brisa.