- Otra exposición de La Forma Equivalente
Al artista se le puede permitir no hacer arte,
lo que no se le permite es desconocer dónde
está ocurriendo el arte
Francisco Quesada, artista mexicano.
Asumir la dificultad de un tiempo que se define como obsoleto para la construcción de una obra de arte es en sí misma una posición humilde, cuando no la única vía posible, al menos arrobando cierta dignidad como creador. La particularidad de nuestro momento en la historia se parece más a la satisfacción de ver hacia abajo y hallarnos las piernas (después de tanto tiempo moviéndonos con el torso a rastras) y menos a la celebración muy común en el arte de cierta unicidad egocéntrica, asumiendo que al borrarse las fronteras de la cultura también han logrado borrarse los abismos que afectan la inteligibilidad entre el público y la obra del artista.
En cierta medida se clarifica la necesidad de seguir pistas a la idea del límite, concepto de amplia trascendencia en medio de un gastado discurso establecido que dicta la igualdad universal, y lo hace desde una crisis sin precedentes. El límite, entendido como aquello dañino a lo que ataca el pensamiento capitalista, es lo que caracteriza esta nueva circunstancia de nuestra especie. Somos seres humanos continua e indefinidamente marcados por límites, territoriales, comunicacionales, económicos, etc. decir límite equivale directamente a decir convivencia, por el simple hecho de que la realidad marca distancias cada vez más rigurosas entre las personas.
La forma del poder refiere esta noción de límite: ya que no a través de un equilibrio natural, es cruzando el ejercicio del poder cuando aparecen los síntomas de la desigualdad. Tras la comprensión de que existen cosas que no es permitido posean ciertos grupos sociales, lugares de tránsito con regulaciones distintas según el color del pasaporte, programas de estudio que promueven atraso en muchas regiones del mundo, mecanismos que al mismo tiempo asumen la lucha por el estatus de la mujer y también perpetúan la dominación masculina, énfasis en las posibilidades para personas entre cierto rango de edad, etc. Deviene pensar que todo orden presupuestado por el mundo actual se alimenta o sigue alimentándose- de una estratificación invisible cuyo criterio es el acceso al ejercicio del poder.
Pensando en estas cosas invisibles es que uno se acerca más a la relevancia del diálogo, en el entendido de que corresponde al artista situar su devenir en una suerte de tejido, lugar donde no existe la obra en soledad, ya que existe, además, la gente y aquello que le ocurre a esa gente.
La marginación resiente muchas formas, demasiadas aplicaciones como para ser un concepto que no sale del papel. Si estamos en el plan de asumir la desigualdad es nuestro el compromiso de hacer una oferta que de alguna manera remueva los ejes del orden que se nos impone como bueno. Esta fue la primera condición del presente proyecto de exposición, la posibilidad de abordar las relaciones entre dos conceptos en apariencia sólidos como lo son arte y poder.
La Forma Equivalente es una muestra que reúne la obra de 22 artistas centroamericanos; esta obra pretende reclamar espacios por encima de su materialidad, más o menos en el abordaje de estos conceptos que suponen un recorrido por las imágenes menos típicas que atienden el problema de la marginación, cualquiera que sea su visión particular.
En cierto modo la problemática de arte y poder correspondería a toda obra de arte. De nuestra parte la invitación que concluye en esta exposición centroamericana es la apuesta que
hacemos hacia evitar las convenciones con que se abordan típicamente estas obras. Existe en la muestra un interés por transfigurar los roles entre el artista y el ámbito de lo común, cierta necesidad por contribuir a la naturalización del intercambio de roles entre el creador y el público-participante, si bien es cierto estos mecanismos tienen ya una tradición en el arte universal. La búsqueda de nueva iconografía del poder es una tarea incompleta en nuestra región, por lo que esta experiencia colectiva activa su importancia desde diferentes flancos.
Muestra itinerante
La exposición itinerante La Forma Equivalente forma parte de las actividades regulares de EspIRA / La ESPORA. Anualmente visitamos los países de Centroamérica con una exposición que surge del trabajo con artistas jóvenes de la región. En esta ocasión combinamos la actividad creadora de éstos artistas emergentes, con la experiencia de artistas cuyo trabajo ya es ampliamente reconocido, generándose así una muestra diversa y mejor constituida. La discusión sobre Arte y Poder fue el eje fundamental para elaborar el proyecto expositivo; con esta problemática abordamos a los artistas de la región, para crear un discurso acerca de las manifestaciones alternativas que puede adquirir el arte a partir de dicha relación.La inauguración de La Forma Equivalente ocurrió en La Fundación para el Museo del Hombre Hondureño, Tegucigalpa Honduras. Posteriormente viajó a San Salvador, abriendo al público en el MARTE Museo de Arte de El Salvador; luego estuvo en la ciudad Guatemala, en el Centro Cultural Metropolitano de la Alcaldía; pasó por Nicaragua en el Auditorio Salomón de la Selva de La UNI; finalmente se exhibió a principios de julio en el Casco Viejo, Ciudad de Panamá, Panamá, en la Galería Diablorosso. Se está definiendo el cierre de la exposición en la ciudad de San José, Costa Rica, para culminar este ciclo centroamericano.