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Woodstock 1969-2009

A mi compadre Pablo Cristo Blamis, quien comparte el cielo con la Janis y Hendrix 40 años han pasado… un viento suave mueve la hierba en el Valle Woodstock, un pájaro vuela hasta la rama más alta y en el silencio de la tarde como un rayo que corta el aire suenan los acordes de […]

  • A mi compadre Pablo Cristo Blamis, quien comparte el cielo con la Janis y Hendrix

40 años han pasado… un viento suave mueve la hierba en el Valle Woodstock, un pájaro vuela hasta la rama más alta y en el silencio de la tarde como un rayo que corta el aire suenan los acordes de la guitarra mágica de Jimi Hendrix. Poco a poco una multitud de hippies fantasmas se va congregando en el mismo espacio donde hace cuatro décadas tuvo lugar el concierto de rock más recordado de la historia contemporánea de la música y testimonio de lo que se llamó la Nación Woodstock.

Por muchos años el Valle de Woodstock (New York) había sido una atracción para aquellos que buscaban la creatividad a través del aire puro del campo. Originalmente fue una colonia que concentraba arte y vocación en un centro de teatro rural habitada por descendientes de emigrantes europeos que llegaron tras oleadas artísticas hasta este lugar, bailarines, músicos, artesanos y rebeldes en busca de una alternativa verde en aquellas tranquilas tierras. En 1902, Ralph Radcliffe Whitehead fundó la colonia de arte que pretendía un reencuentro con la naturaleza y una alternativa ante la Revolución Industrial. En 1906 la Liga de Estudiantes de Arte de las Escuelas de Verano se trasladó a Woodstock, los estudiantes estremecieron aquella comunidad que observaba a extraños visitantes con la cabeza rasurada y vistiendo uniformes que consistían en pantalones pintados de vistosos colores. En agosto de 1915 se produjo el primer festival de Woodstock donde se dieron cita tres colonias aledañas para divertirse un rato y contribuir con el capital de Mr.Whitehead. En el año de 1924, el Teatro Maverick fue construido y posteriormente Woodstock llegó a tener más de seis producciones de teatro rural al mismo tiempo. Después de la muerte de Whitehead en 1944, su hijo Peter mantuvo esta zona como una comunidad más, la cual se resistió a la afluencia de nuevos grupos de artistas y rebeldes que empezaron de nuevo a llegar antes de los 60. Richard Goldstein llamó a Woodstock “La Gran esperanza verde para las tristezas urbanas.” Bernard Paturel, chofer y guardaespaldas de Bob Dylan (Dylan vivió una buena parte de sus primeros años en Woodstock) señala: ” Hay algo mágico aquí…una emanación. Aquí puedes encontrar muchos músicos, artistas, escritores. Cualquier persona puede sentir esas vibraciones…hay algo en el aire.”

Desde el nacimiento del rock’n roll en 1954 con “Rock around the clock” de Bill Haley y el inicio de la década de los 60 que irrumpe con la crisis de los misiles en Cuba y más tarde la guerra de agresión a Vietnam la juventud en el mundo y específicamente en Norteamérica empieza a asumir con madurez las repercusiones sociales de la política imperial del norte, lo que lleva al desarrollo de un movimiento mundial contra la guerra y a favor de los derechos humanos de los desposeídos. La música y el arte en general expresan los sentimientos de una juventud que protesta por las masacres concebidas desde los escritorios de la “White House”, esa rebelión tiene como producto final la “utopía hippie” y el surgimiento de la contracultura. Muchos hombres de negocio ligados al “show business” preparan sus maletas ante las nuevas manifestaciones culturales.

Quizá el primer antecedente del Festival de Woodstock (1969) lo constituye el Newport festival en 1963, donde con una asistencia de apenas 47,000 personas los cantantes defendieron los derechos civiles, condenaron la discriminación a los negros y además denunciaron la voracidad de los tentáculos de los managers del show bissness. La principal atracción de este evento fue presenciar a Bob Dylan y Joan Baez cantando juntos por primera vez.

En 1967, durante el Festival de Monterrey, Jimi Hendrix al final de su intervención tuvo que quemar su guitarra para superar a Pete Townshend de The WHO quien previamente había destruido su guitarra electrónica como era su costumbre en los conciertos. Hendrix y Janis Joplin se dieron a conocer en este festival, obteniendo más tarde un éxito gigantesco y extraordinario. Para este tiempo se recuerda a San Francisco como la Meca de los Hippies, además del fenómeno musical que se denominó el “Sonido de San Francisco” y el surgimiento de la casa disquera Motown de donde salieron figuras como Marvin Gaye, Jackson Five, Stevie Wonder y otros.

El año 1969 tiene una connotación histórica en los anales del Rock mundial. Ya las condiciones estaban dadas para cerrar con broche de oro una década que dejaba una huella particular a esta generación de jóvenes insatisfechos e inconformes, por ello fue concebido el superfestival de Woodstock para agosto de 1969.

En Nicaragua eran bien recibidas las manifestaciones de la contracultura USA, muy pronto los héroes junto a sus ideologías y géneros musicales fueron asimilados y las influencias no se dejaron esperar tanto en los grupos artísticos como en la juventud en general. El cabello largo, los pantalones campana, los enormes cinturones y otros símbolos fueron agregados a la indumentaria hippie nicaragüense. ¿Motivos para protestar? La existencia de la oprobiosa dictadura somocista era una causa más que suficiente. Algunos más románticos y comprometidos se decidieron por la lucha armada desde la guerrilla, cuando apenas se iniciaban los 60. Entre los grupos que hicieron historia se puede mencionar a Los Rockets, Atomos, Los Hellions, Bwana que hizo una canción burla contra la guardia “La Jurumba… me quiere vacilar” y otros grupos que más tarde se daban cita en una de las primeras discotecas psicodélicas de nuestro país: La Tortuga Morada. De esta temporada surgieron nombres que tuvieron relevancia entrados los años 70: El Chapo, Manito, Ricardo Palma, Maquillaje, Janet & Richard Barnes; mientras eso ocurría en Managua, MARUFA (Róger Monterrey) era el pionero del Movimiento Hippie Leonés.

Este mismo año 1969, cuatro superfestivales se llevan a cabo, el Festival de Hyde Park (Londres) siendo las estrellas los Rolling Stones, El Festival de la Isla de Wight donde 250 mil fans asistieron para escuchar al profeta Bob Dylan, el festival de Woodstock, con una asistencia récord de casi medio millón de personas y por último, el festival de Altamont cuya asistencia fue de alrededor de 350 mil personas. Además Elvis Presley, quien no se había visto en un escenario desde 1950 cantó en vivo en Las Vegas.

De todos estos eventos, sin duda Woodstock marcó la historia del rock, de ahí que es imprescindible tomar de punto de referencia esos tres días, 15,16 y 17 de agosto de 1969, en que se aglutinó un mar de gente alrededor de grandes exponentes del rock mundial así también como del folk-song, soul, blues, rock and roll y otros géneros que mantuvieron a los asistentes en un clímax permanente de música, drogas y amor. A los nicas nos llegó el film de Michael Wadleigh donde pudimos apreciar desde las butacas frías del cine toda la emoción del festival incluyendo la participación del compatriota originario de León Santiago de los Caballeros, José Chepito Areas como parte de la magistral ejecución de Soul Sacrifice de Santana, máximo exponente del rock afro-latino ayer, hoy y siempre. De lo que vimos del film (tres días en dos horas) nos quedó el sabor de una juventud liberada que asistió a expresar lo más legítimo de la llamada contracultura norteamericana, deseos de libertad, paz, amor, y por supuesto la diversión a través del uso de las drogas. Hombres, mujeres y niños compartiendo la comida, el lecho y los anhelos de una convivencia fuera de todo orden y control del establishment. Quizá muchos se sorprendieron al ver a más de veinte personas bañándose tranquilamente desnudos en un lago a la vista de todos, la idea era expresar la más genuina libertad poniendo a un lado los prejuicios de la sociedad norteamericana de finales de los 60. Pero hablando de los artistas, las superestrellas del evento, podemos mencionar a Joe Cocker como uno de los más recordados de este festival con With a Little help from my Friends, también Jimi Hendrix con su Neblina Púrpura y el himno USA adornado intencionalmente con el sonido de los bombardeos de los USMC (y eso que apenas era 1969), 10 Years After y Alvin Lee el digitador más rápido del Oeste y su extraordinario ritmo en Going Home, The WHO y el lamento desgarrado de Roger Daltrey implorando Feel me, See me, Touch me, Heal me” en el inmortal fragmento de TOMMY, Crosby, Stills & Nash superando la grabación de estudio de Suite Judie Blue Eyes en la cual afirman que quieren ir pa’ Cuba. Sly and The Family Stone desertores heroicos de la Motown y grupo multirracial compuesto por parientes blancos y negros que elevaron su voz en Woodstock para proclamar I wanna take you higher. Santana con una de sus primeras importantes apariciones y cuya canción en el film fue antecedida por el canto y la danza para detener la lluvia que amenazaba el festival (Ooooooh,O-O-O Oh) también al lado de estos grandes pudimos ver y oir a Canned Heat, Richie Havens, Sha Na Na, Arlo Guthrie (hijo del Maestro con “M” Woody Guthrie), Joan Baez, John Sebastian, Country Joe and The Fish y otros solistas y grupos que mantuvieron alerta a la prensa después que los grandes emporios periodísticos habían restado importancia al evento. Quizá los grandes ausentes de esta gigantesca jornada musical según muchas opiniones fueron Bob Dylan y Los Beatles, estos últimos se separarían oficialmente al año siguiente, 1970.

40 años han pasado y muchos quedamos sellados por Woodstock para toda la vida. En nuestro país algunas cosas fueron cambiando y las causas que motivaron ese espíritu de rebeldía han vuelto por desgracia en el protagonismo decadente de quienes antes las combatieron. Nuevas corrientes musicales han surgido y nuevas superestrellas que empujadas por la propaganda exagerada ofrecen más show que talento. El Festival Woodstock terminó con unas imágenes de desolación mientras Hendrix acompañaba unas notas tristes como preámbulo a su desaparición un año más tarde cuando el ángel de la muerte lo llevó a un último viaje sin retorno. Todavía un viento suave mueve la hierba en el valle, mientras se oye a lo lejos la voz de Jimi disculpándose por su muerte: “Excuse me while I kiss the sky”.

Referencias:

1.-Acosta, L. “Música y Descolonización”

Edit. Presencia Latinoamericana. S.A. México.1982.

2.-Muggiati, R. “Rock: el grito y el mito.”

Edit. Arte y Literatura. La Habana. 1982.

3.-Pardo, J.R. “La música Pop. Grandes corrientes. 1955-1981.”

Edit. Aula Abierta. Salvat. Madrid. 1984.

4.-Shelton, R. “No direction home. The life and music of Bob Dylan.” Ballantine books. New York. 1986.

Con motivo de los 40 años del más grande Festival de la historia del rock

La Prensa Literaria

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