14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Pasión de ruiseñores

A María Elsa, de nuevo I Cuando manantiales y utopías dejen de valer un triste anuncio de periódicos –perversión fenicia–, cuando idilios y ternuras puedan ser globalizados con imaginación de anhelos y esplendor de dioses, será porque ya habremos cumplido aquel par de mandamientos: amar con furia generosa que no regatea ni negocia, y vivir […]

A María Elsa, de nuevo

I

Cuando manantiales y utopías dejen de valer

un triste anuncio de periódicos –perversión fenicia–,

cuando idilios y ternuras puedan ser globalizados

con imaginación de anhelos y esplendor de dioses,

será porque ya habremos cumplido aquel par de mandamientos:

amar con furia generosa que no regatea ni negocia,

y vivir el hoy sin lágrimas de ayeres ni afán de amaneceres.

II

Pero falta aún el irritante epílogo del código sagrado:

¡Ay del héroe incapaz de tararear una canción de cuna!

¡Ay del macho que se ufana de máscaras y hazañas!

¡Ay del hombre avergonzado por unas lágrimas que no avisaron!

¡Ay del tipo hosco, ignorante de cortejos y detalles,

vacío de respeto, atenciones y finezas!

¡Fanfarrón de alcoba y perdedor de corazones!

III

Y una vez cuerpo a cuerpo la exuberancia desnuda,

esa espléndida pasión omnipotente,

intrépida de lances, transparente y danzarina,

se encargará de embestir cristales, arañando esencias

o picoteando mieles, para acunar seguro al indómito

ruiseñor de sentimientos que a hurtadillas entonará locuaz:

¡Sismo eufórico y ardiente… ceremonial sin fin!

La Prensa Literaria

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí