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Ofilio Picón. Cantautor nicaragüense. Fotoarte/L.González/O.Valenzuela.

El verso hecho melodía

Ofilio Picón ha musicalizado poemas de varias escritoras, un reto que diversifica su trayectoria de cantautor, versos en los que se combinan los ritmos de bachata, blue, cumbias, danzón y sones nicaragüenses Un nuevo reto ha tenido el cantautor Ofilio Picón, esta vez ha musicalizado los versos de algunas poetas nicaragüenses, ha trabajado en un […]

  • Ofilio Picón ha musicalizado poemas de varias escritoras, un reto que diversifica su trayectoria de cantautor, versos en los que se combinan los ritmos de bachata, blue, cumbias, danzón y sones nicaragüenses

Un nuevo reto ha tenido el cantautor Ofilio Picón, esta vez ha musicalizado los versos de algunas poetas nicaragüenses, ha trabajado en un disco; Mujeres con guitarra.

En esta reunión de poetas se encuentran y dialogan diez autoras; Gioconda Belli, Rosario Murillo, Ana Ilse Gómez, Daisy Zamora, Claribel Alegría, Suad Marcos Frech, Milagros Terán, Isolda Hurtado, Blanca Castellón y Martha Leonor González.

Una creación de veinticinco composiciones, pero solo se seleccionó diecisiete poemas para el disco grabado en 273 horas, con 173 pistas y voces en 50 minutos de duración.

Para Picón estos poemas son una muestra representativa de la poesía hecha por mujeres, al margen de las ideologías y las edades. Hay poetas desde la vanguardia como Claribel Alegría hasta poetas contemporáneas.

Esta propuesta donde existe identificación poesía y música, según criterio de lectura y oído musical del autor, pone de manifiesto la voz de la mujer y algunos problemas concretos del género, relacionados con la violencia, machismo y el poder patriarcal autoritario.

Este trabajo musical pretende realzar la voz de la mujer, la voz de su poesía. Al darle el ritmo a cada uno de los poemas fue un reto extraordinario, un “travestismo intelectual”, revela el artista.

Sobre el titulo de este CD, este lleva el nombre de uno de los poemas de Ana Ilse Gómez, Mujeres con guitarra , porque según el cantautor resume la historia de la mujer.

De Daisy Zamora, ha venido musicalizando unos 15 poemas. De ellos ha retomado dos: Fragmentos con memorias, dedicado a su abuelo con ritmo de blue. Y Muchacha con sombrilla, que habla de una joven hermosa y sensual que camina por la calle de la ciudad. A estos dos poemas se le dieron dos compases experimentales: “un ritmo nica de cinco cuarto y un seis por ocho”.

De las poetas contemporáneas, como Marta Leonor González, musicalizó un poema lírico y dramático, El barco del poeta y El lugar del odio. De Milagros Terán, seleccionó el poema Te di mi cuerpo , texto de mucha sensualidad, con un ritmo de balada pop. También aparece Los poemas de Blanca Castellón, texto que dice que hay poemas para todos, con mucha riqueza erótica, lirismo y gracia. “Al comienzo el ritmo es de bolero, luego le sigue en compases de bachata”.

Esta grabación con temas y ritmos variados fue finalizada; solo está pendiente la posproducción, portada, impresión de los discos y su lanzamiento que se espera sea para el Día de la Mujer, en marzo del 2010, anunció Picón músico y productor de esta discografía en la que participaron: como arreglista de todos los temas Raúl Martínez; sonido, Luis Manuel Betanco; los músicos Ronald Hernández y Andrés Sánchez, en el bajo Erick Hernández; batería, Miguel Ángel Oviedo; violín, Jeffrey Rubens; violonchelo, Svetlana Boyarova; en el clarinete, Maximiliano Abarca; y Silvia Avellán, soprano del coro de Cámara de Nicaragua, en la canción Mujeres con guitarra.

Trayectoria de cantautor

Musicalizar poemas ha sido el otro lado de Ofilio Picón Duarte (Managua 1957), ex integrante del grupo Palacagüina, que dio sus primeros pasos en 1975 cantando canciones testimoniales y que luego viajó a la Universidad Autónoma de Puebla, México, donde estudió Medicina; pero fue la música nicaragüense y la poesía las que atraparon su vida forjándolo como cantautor y productor de una selectiva discografía de poesía musicalizada.

Picón Duarte confiesa, que es médico graduado, pero que aún no ha logrado recetar su primera aspirina, porque su vida ha sido dedicada 43 años a la canción popular y a la musicalización de la poesía de Rubén Darío, Salomón de la Selva, Alfonso Cortés. Y actualmente en la reciente antología Mujeres con Guitarra, que contará con sus respectivos videoclips.

Uno de esos amigos decisivos para su carrera, fue el poeta argentino José Antonio Cedrón, amistad que todavía conserva. Así salió al público mexicano su primer trabajo musical Pequeña Cosa; le siguió Regreso del Fuego , haciendo equipo con los colombianos Miguel Camacho y Marianne Friederich; con ésta última fundó el Dúo Amaranto; después grabó Ritual.

Cuando retorna a Nicaragua en 1986 tenía la intención de ejercer su profesión de médico, pero la pasión por la música lo puso de vuelta a México, donde se vivía un activo movimiento cultural, siendo invitado como Dúo Amaranto a dar conciertos en Puebla, Cuernavaca y Cancún.

Viajó en gira a Turquía, y posteriormente a España. Era entonces 1988, encontrándose con Carlos Mejía Godoy, agregado cultural de Nicaragua en ese país. Este encuentro, resalta, desembocó en la “refundación” de grupo Palacagüina, lográndose cambios de sonidos e historia, llegando a integrarlo — además de Carlos y él — Silvio Linarte, Humberto Quintanilla, y Raúl Martínez.

Ello significó quince años de trabajo y giras, por países como Holanda, Luxemburgo, Austria, Alemania, Japón y Estados Unidos, logrando producir el grupo de Palagüina cinco discos compactos.

También con Carlos Mejía, participó en la producción de la poesía musicalizada de Pablo Antonio Cuadra, Los Cantos de Cifar, siendo autor de la pieza La Vieja Sirena y participar como grupo en el CD El paraíso recobrado de Carlos Martínez Rivas.

Con otro artista que tiene identificación cercana con su música y por ser su arreglista, es con Raúl Martínez, de la Camerata Bach. Este grupo académico lo ha integrado en sus giras y en nueve CD, como una especie de invitado permanente de la música popular nicaragüense.

“Mis dos pasiones en la vida son la poesía y la música, las que he vinculado”, externa aún no satisfecho por sus éxitos en la música popular nicaragüense, por lo que buscó como completar sus ansias de comunión con la literatura, al producir su CD Ventana (1997).

Una producción de veinte poemas musicalizados de Alfonso Cortés y Salomón de la Selva, entre ellos: Ventana, Las tres hermanas, El palomar, La canción del espacio, La bala; este último poemas que todavía sigue cantando en conciertos, debido a éxito.

Transiciones (2001) fue su segundo CD. El contexto político social estaba en un periodo de transiciones, de cambio de poder y sociales. En lo personal decide pasar de interprete a cantautor logrando reunir en un volumen sus composiciones hechas en México, España y Nicaragua. En este CD, además de las canciones, Está llegando abril, Se fue, Ventana del día, está el poema Frutamar de Joaquín Pasos.

Posteriormente produjo el CD Darío en la memoria del Milenio (2006), grabado en un solo estudio, con video y músicos como Ramón Rodríguez y Raúl Martínez. Incluye el DVD, con la canción-poema A Margarita Debayle. Aparecen los poemas; Nocturno, La bailarina de los pies desnudos, Melancolía, A Francisca Sánchez, Lo fatal, A Campoamor, Canto errante, Nicaragua/Amo, amas y Marcha Triunfal, entre otros. A la fecha lleva tres ediciones.

La Prensa Literaria

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