- Sus hijas son un regalito que Dios le dio y está muy contenta de que sean sanas y muy curiosas
Su tiempo lo comparte entre Patricia Alejandra, Estefanía Isabel, sus dos bellas hijas; su esposo Oscar Peter Silva y su academia de modelaje, ella es Ida Patricia Delaney, quien fue Miss Nicaragua en 1992.
Ida Patricia nos contó que con sus dos embarazos le fue muy mal en cuanto a los achaques, ya que sufrió mucho de náuseas y mareos. Entre risas nos dice que no aguantaba las rotondas de Managua.
Para su primer parto se preparó con los ejercicios sicoprofilácticos, para un parto por vía natural, sin embargo antes de cumplir los nueve meses se fue a chequear donde el ginecólogo, quien notó que el ritmo cardíaco de la niña había bajado demasiado, así que la mandó donde el perinatólogo quien le orientó inmediatamente la cesárea.
Debido a que su segundo parto fue antes de que la primera bebé cumpliera un año, también le mandaron a realizar cesárea.
Cuando nació su primera hija asegura que no pudo dormir las primeras dos noches porque tenía temor de que le pasara algo. “La maternidad me ha cambiado las prioridades, los hijos demandan tiempo, afecto, además están en una edad donde mi presencia es muy importante porque se les inculca seguridad, para que en el futuro sean mujeres seguras y de éxito”, señaló.
Cuando nació su segunda bebé, también por cesárea, no podía cuidarla, así que le tocó a su esposo hacerlo, ya que asegura que ella es muy desconfiada, por lo tanto siempre se ha encargado de cada uno de sus cuidados.
Nos contó que su cuerpo sí cambió un poco, pero que no ha tenido problemas con el peso; también sus emociones cambiaron con la maternidad, se volvió más sensible.
Amamantó a sus bebés aproximadamente por dos meses, debido a que no tuvo mucha producción de leche.
Sus planes futuros son tener un bebé más, para ver si Dios le manda el varón.
Una anécdota un poco curiosa que nos contó es que como su primera hija llegó antes de tiempo, cuando eso ocurrió no tenía la cuna lista, por lo cual la pequeña durmió en cuna prestada tres semanas.