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Alfredo Siézar y Ligia Martínez. Tienen 11 años de casados.

Tiempo para todo

Ligia Martínez y Alfredo Siézar se enamoraron en la universidad; aseguran que el amor surgió a primera vista, ella tenía 20 años y él 27, a los cuatro meses de noviazgo sabían que querían compartir su vida; sin embargo, esperaron un año para llegar al matrimonio. Cuando se casaron aún no habían terminado sus estudios, […]

Ligia Martínez y Alfredo Siézar se enamoraron en la universidad; aseguran que el amor surgió a primera vista, ella tenía 20 años y él 27, a los cuatro meses de noviazgo sabían que querían compartir su vida; sin embargo, esperaron un año para llegar al matrimonio.

Cuando se casaron aún no habían terminado sus estudios, Ligia se embarazó al poco tiempo de casados y tuvo que posponer su carrera; sin embargo, asegura que su esposo siempre la apoyó para que terminara su profesión, pero no fue hasta después de tener a su segunda hija que lo hizo.

Actualmente llevan 11 años de matrimonio, tienen cuatro hijos, tres niñas y un niño, pero no por ello han pospuesto sus metas, todo lo contrario, han construido su futuro juntos, cuando se casaron tuvieron que vivir en un apartamentito detrás de su negocio, pero poco a poco lograron hacer su casa un año después de nacida su primera hija.

“Desde que éramos novios nos planteamos metas y nos hemos ayudado mutuamente para cumplirlas, además la llegada de los hijos nos plantea nuevos retos”, señalan sonrientes.

Cuando les preguntamos que si el matrimonio les había truncado metas personales, Ligia, muy sonriente señaló que para ella es un poco contradictorio, porque sí hubo un momento en que deseaba desarrollarse profesionalmente, pero no lo podía hacer porque deseaba estar cerca de sus pequeñas, entonces se pusieron de acuerdo y pospuso su vida profesional, mientras sus pequeños crecían un poco, ya que ambos creen que para el buen desarrollo de los niños al menos uno de ellos tenía que estar cerca siempre.

Como toda pareja, aseguran que han tenido sus altos y bajos pero nunca algo que los haya llevado a pensar en el divorcio, ya que siempre han solucionado sus problemas conversando y sabiéndose escuchar.

Para no caer en la rutina esta pareja dedica tiempo sólo para los dos, así que de vez en cuando se le escapan a sus hijos y se van al cine o a cenar solos.  

Nosotras

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