El éxito del nuevo matrimonio o relación de pareja está muy relacionado con la forma en que culminó la relación pasada, según la sicóloga Martha Fuentes. Puede ser una separación de mutuo acuerdo, traumática o un fracaso muy tormentoso donde la mujer o el hombre quedan muy dolidos, dice.
La especialista recomienda que antes de reiniciar una nueva relación, las personas esperen un tiempo prudencial. “No se trata de que un clavo saca a otro, hay que darse su tiempo, hacer su duelo dentro de la relación, finiquitarla lo más sanamente posible para darse un chance donde no haya rencor ni frustración y permita ir a una nueva relación más sana, más abierta con mayor disposición y no con temor”, señala.
Ese tiempo prudencial del que la sicóloga habla, no existe en términos exactos, ya que depende de “las fortalezas, las alianzas y la red de apoyo que tenga la mujer”. Algunas personas se dan desde tres meses hasta un año o más para recuperarse de un rompimiento, en cambio otras, reinician una relación nueva a los dos meses.
Fuentes opina que dos meses “es un tiempo muy prematuro” y considera que “el tiempo ideal sería por lo menos seis meses”, porque la persona debe darse un chance para reflexionar y valorar la situación pasada, ver los pro y los contra, analizar lo que hizo que esa relación pasada finalizara y valorar las lecciones aprendidas. Todo esto ayudará a evitar repetir errores y que la nueva relación también colapse.
En este sentido, el período de noviazgo también es necesario porque es un proceso por el cual toda relación debe pasar. Involucrarse muy rápidamente en una nueva relación impide conocer bien a la persona elegida como pareja actual. “Ese período de noviazgo es un período de conocimiento, de saber cuáles son las cualidades, los defectos, las manías, y los aciertos que tiene esa otra persona”.