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El papa Francisco advirtió que los chismes y la envidia que los genera destruyen a la comunidad y las buenas relaciones entre las personas.

La envidia y el chisme son armas del diablo

El papa Francisco manifiesta que estas dos características llevan a los celos y la amargura y las cuatro juntas separan a las comunidades

www.vaticaninsider.es

Los cristianos deben cerrar las puertas a los celos, las envidias y los chismes que dividen y destruyen a nuestras comunidades: es la exhortación lanzada por el papa Francisco, en la sexta jornada de oración por la unidad de los cristianos, indicó la Radio Vaticana.

La reflexión papal partió de la primera lectura del día que habla de la victoria de los israelitas sobre los filisteos gracias a la valentía del joven David. La alegría de la victoria se transforma enseguida en la tristeza y en los celos del rey Saúl ante las mujeres que alaban a David por haber matado a Goliat. Entonces “esa gran victoria, afirma el papa Francisco, comienza a convertirse en derrota en el corazón del rey” en el que se insinúa, como sucede a Caín, “el gusano de los celos y de la envidia”. Y como Caín con Abel, el rey decide asesinar a David.

“Así funcionan los celos en nuestros corazones, observa el papa, es una inquietud mala, que no tolera que un hermano o una hermana tenga cualquier cosa que yo no tengo”. Saúl, “en vez de alabar a Dios, como hacían las mujeres de Israel, por esta victoria, prefiere encerrarse en sí mismo, amargarse” y “cocinar sus sentimientos en el caldo de la amargura”.

El papa Francisco insistió a los peregrinos que detrás de los chismes están siempre los celos y la envidia, e insistió que son instrumentos del diablo.

“Busca siempre y te darás cuenta de que detrás de un chisme están los celos y la envidia. La murmuración divide a la comunidad, destruye a la comunidad, es la arma del diablo”, explicó el Santo padre.

“La envidia lleva a asesinar. La envidia lleva al asesinato. Ha sido esta puerta, la puerta de la envidia, por la que el diablo ha entrado en el mundo. La Biblia dice: “Por la envidia del diablo entró el mal en el mundo”. La envidia y los celos abren las puertas a todas las cosas malas. También divide la comunidad. Una comunidad cristiana, cuando sufre, algunos de sus miembros, de envidia, de celos, termina dividida: unos contra los otros. Es un veneno fuerte este. Es un veneno que encontramos en la primera página de la Biblia con Caín”.

En el corazón de una persona, golpeada por los celos y la envidia, destaca de nuevo el papa, suceden “dos cosas clarísimas”. La primera es la amargura: “La persona envidiosa, la persona celosa es una persona amarga: no sabe cantar, no sabe alabar, no sabe lo que es la alegría, siempre se fija “en lo que tiene aquel que yo no tengo”. Y esto lo lleva a la amargura, una amargura que se traslada a toda la comunidad. Estos son los sembradores de amargura.

LOS CHISMES

Y el segundo comportamiento, que lleva a los celos y la envidia, son los chismes. Porque este no tolera que el otro tenga algo, la solución es humillarlo, para que yo esté un poco más alto. Y el instrumento son los chismes. Busca siempre y te darás cuenta de que detrás de un chisme están los celos y la envidia. La murmuración divide a la comunidad, destruye a la comunidad, es la arma del diablo”.

“Cuántas bellas comunidades cristianas”, exclama el papa, iban bien, pero después en uno de los miembros ha entrado el gusano de la envidia y de los celos y, con esto, la tristeza, el resentimiento del corazón y los chismes. “Una persona que está bajo la influencia de la envidia y de los celos, afirma, mata”, como dice el apóstol Juan: “Quien odia a su hermano es un homicida”. Y “el envidioso, el celoso, comienza a odiar al hermano”.

El papa concluye: “Hoy, en esta misa, recemos por nuestras comunidades cristianas, para que esta semilla de la envidia no sea sembrada entre nosotros, para que la envidia no ocupe un lugar en nuestro corazón, en el corazón de nuestras comunidades y así podamos seguir adelante en la alabanza al Señor, alabando al Señor, con la alegría. Es una gracia grande, la gracia de no caer en la tristeza, en el resentimiento, en los celos y la envidia”.

Religión y Fe chisme envidia

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COMENTARIOS

  1. Carlos
    Hace 11 años

    Todo cristiano debe estar orientado a lo expresado por el Papa, esto es lo que predico Cristo para la salvacion del ser humano. El Papa nos quiere resucitar de tantos males y pecados que tenemos. Cada dia debemos hacernos un examen de conciencia para que poco a poco nos sanemos y logremos la vida eterna.

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