Los años 1970 siguen inspirando a los creadores: pantalones amplios y acampanados, vestidos floreados, cuello rompeviento: el espíritu hippy estuvo presente en Chloé y Anna Sui. Con hombros marcados, cuero e inclusive calzas, la década siguiente de los ochenta, se hizo presente en Loewe y Balmain.
Naranja, amarillo, lamé y vinilo: los colores son fuertes y las materias brillantes contrastan con otras para dar un lado festivo. Ya presentes el año pasado, los flecos siguen acompañando el movimiento del cuerpo, como en la colección del colombiano Esteban Cortázar. Más tierno, el rosado estuvo muy presente en Dries van Noten, Christian Dior, Alexander McQueen.
el minimalismo siguió reinando en las pasarelas, con Lemaire, Stella McCartney o Hermés. El inevitable negro siguió muy presente, abarcando a veces toda la colección, en el caso de Alexander Wang y Diesel.
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